Va a ser complicado destronar a Outer Wilds de su puesto como mi juego favorito. No hay mucho que pueda aportar con esta reseña, tanto porque, o ya se dijo o no se debe decir.

Outer Wilds es de esos juegos en los que es vital jugarlo sin información previa. Algunos detalles que me gustan y se pueden mencionar con tranquilidad son que: pasas el 100% del juego en primera persona, no hay cinemáticas; los logros no son maratones de recolección ni nada, son pocos pero suficientes, desafiantes y divertidos de conseguir; la banda sonora es increíble.

La única falla que le veo al juego es una que es tanto inevitable e incorregible. Las primeras horas de juego pueden ser incómodas. Es un juego que esta totalmente motorizado por tu propia curiosidad, y sin información sobre qué curiosear es complicado elegir un lugar en donde comenzar. Además, lidiar con la falta de dirección al mismo tiempo que te acostumbras a los controles puede ser difícil y frustrante. Pero una vez que despertaste tu curiosidad, el problema se va.