Recent reviews by Karateamuerte

Wrath of the righteous redobla en lo que estaba mal hecho en Kingmaker de una forma vergonzosamente orgullosa.

El tiempo ha pasado y lo que era un motor tosco pero bonito en su día es ahora, inaceptablemente disfuncional, hasta el punto que el click no funciona bien.

El juego requiere que hagas uso de builds de personaje extremadamente rebuscadas para pasartelo en dificultad normal, y diría que solo un puñado de personajes son verdaderamente viables, todas las demás opciones son trampas para obligarte a perder.

Dificultad mal escalada, horrible diseño de niveles, timers ocultos, todo, absolutamente todo lo que convierte a Kingmaker en uno de mis títulos más detestados está presente en este también.

Recomendación personal, si quereis un CRPG alejaos de esto, esto no es un CRPG. No se lo que es, pero un juego en el que solo hay un puñado de opciones aceptables, no puede ser un juego de rol.

Con una jugabilidad única y entretenida, y una mezcla creativa de géneros, Indivisible es un un título peculiar con muchas razones para ser disfrutado.

En primer lugar la línea gráfica es estupenda, muy similar a la de Skullgirls, un juego de peleas de la misma casa muy recomendable. La historia consigue engancharte en su sencillez, con clichés muy bien usados y diálogos muy buenos. Casi todas las líneas de personaje están interpretadas por un elenco de dobladores que hace un gran trabajo. En definitiva, Indivisible es un placer para los sentidos, con buen arte, buen doblaje de voz, y buen guión.

Solo por esto ya merece la pena pagar por este título. Por otro lado, aunque en el apartado de las propias mecánicas de juego no es decepcionante, no diría que es su punto más fuerte. La mezcla de plataformas y combate con combos funciona bien y es satisfactorio en ambos aspectos, pero no llega a ser excelente en ninguno de ellos.

Indivisible es un título nicho, creado con mucho mimo y cariño. Un pastiche, que a pesar de su naturaleza no completamente original, consigue mezclar sus elementos muy bien para contar una historia sublime unida a un plataformeo que en ocasiones te hará rechinar los dientes y un sistema de combate satisfactorio.

Aceptable como pieza introductoria al género, pero honestamente, el trabajo que ponen para crear un mundo y acto seguido deconstruirlo es obsceno. La narrativa no está bien usada y se rompe la cuarta pared constantemente. Los diálogos hay veces que no consiguen tener sentido por que el juego no está preparado para algunas de tus decisiones, sin importar como de obvias puedan parecer. Como pieza de terror, el choque entre ambas temáticas es obsceno y de mal gusto. Los recursos para conseguir el shock son baratos y a medio camino sabes que la cosa no va a terminar bien.

No entiendo esta tendencia a crear novelas gráficas en las que la temática es que el relato no quiera seguirte el juego y se fuerce tanto en romper la suspensión de la incredulidad. No es astuto, no es sofisticado, no es maduro, es irritante.

El final es, además de previsible, el epítome del mal gusto y aunque sabía donde me metía desde el principio no puedo sino decir que ha sobrepasado mis expectativas en cuanto imaginaria gore yuxtapuesta con monas magical girls. Esto es sencillamente vomitivo, pero claro, no parece que este juego sea para mi sector demográfico, supongo que hay gente a la que le gusta esto... Si es así, por favor, mantenedlo en privado.

Para empezar, este juego se vende como un RPG, pero lo cierto es que es más un híbrido entre un juego táctico y una novela gráfica. En realidad cumple ambos papeles bien, pero no es ni de lejos lo que estaba esperando cuando me lo compré.

El juego tiene mucho mimo, en lo que se refiere al apartado gráfico y la historia, pero en lo que se refiere a la jugabilidad, tampoco hay mucho que decir. Los combates son satisfactorios, aunque muchas veces no sabes lo que estás haciendo y a veces el propio motor del juego te hace fallar los ataques, por que los enemigos se mueven de formas impredecibles. Como sea, el combate es divertido, y representa bien la sensación de estar jugando con un grupo de enanos. Los enemigos vienen en horda tras horda y los héroes lentamente tienen que ir abriéndose paso a base de paciencia y empujones. Por otro lado no consigue ser suficientemente complejo como para que me interese rejugar el juego. Hay pocas cosas que gestionar y aunque los personajes que escoges para cada combate hacen que sea diferente, la decisión no suele tener ninguna consecuencia en la historia.

En cuanto a los aspectos RPG, hay un mapa enorme, enormemente vacío, es decir. Hay un sistema que va contabilizando los días y en el que vas consumiendo comida, lo que sugiere que el tiempo se agota y no puedes permitirte andar investigando ese mapa vacío en el que hay muchas localizaciones, pero la mayoría de ellas no aportan nada de nada. La sensación es que no hay ningún tipo de libertad para explorar el mundo que se presenta ante el jugador, este es un juego lineal, en el la trama manda. Sí, es una trama buena (para ser un videojuego táctico), pero no esperes que ninguna decisión que tomes vaya a tener la más mínima repercusión.

En definitiva me quedo con la impresión de que este juego era un soporte para contar una historia, la única parte que realmente puede considerarse interactiva es el combate, pero tampoco se han deslomado en hacer que sea tan bueno como para justificar el juego solo por esto. La suma de los elementos hacen un título pasable como mucho. Con todo son unas 10 horas de juego, y hay gente que se lo ha pasado hasta en 8.

Poco rejugable, corto y las decisiones del jugador no tienen consecuencias. Por otro lado, buenos gráficos, historia y personajes solidos. Quizás demasiados personajes, con la mitad del elenco se habría podido profundizar más en los importantes, en lugar de tener la impresión de que te están colando secundarios de dos líneas todo el rato.

Cuando leí las criticas negativas, sobre la dificultad del juego, no me las tomé en serio, ¡Ja, es que esta gente no ha jugado a Pathfinder! Pero la verdad es que estaba siendo un iluso, tenían razón. Este juego está diseñado por y para psicópatas.

Aunque el juego tiene muchas cosas positivas, las negativas a la larga acaban por echar a perder la experiencia. Vine pensando que me encontraría un Baldurs Gate, pero al final me encontré un X-com muy mal ejecutado.

La adaptación del motor de juego es muy buena y la dificultad de los encuentros aunque alta, hace que sean interesantes, es más, jugar por debajo de la dificultad normal hará que el juego sea horriblemente aburrido. El problema está en que esta dificultad alta se mezcla con una dinámica de gestión de tiempos. No van a ser los monstruos quienes te maten. Va a ser el calendario. Un calendario lleno de sorpresas que si no eres capaz de prever (spoiler, no puedes) acabará por destruir tu joven nación. El juego da muy poca información y esta es insuficiente para resolver los retos presentes y futuros con eficacia.

Se une a esto una serie de sistemas farragosos de gestión de descanso y viaje, sistemas, sobre sistemas sobre sistemas, y hay que manejarlo todo perfectamente, porque mientras viajas, o descansas, o estás de aventuras, o gestionado el reino, todo lo demás no funciona, haciendo que realizar cualquier acción te bloquee completamente. Poco a poco el jugador se puede ir metiendo en un embudo en el cual el tiempo que has perdido tomando una decisión subpar (seguramente por que el juego no te dio suficiente información), se va sumando hasta que te espera un game over que ya estaba firmado seis horas antes de que ocurra sin que te des cuenta, y que no puedes evitar, por que no vas a rejugar esas 6 horas otra vez y por que probablemente no tengas ningún archivo de guardado del momento exacto en el que perdiste los 2 días que te separan de poder hacer un ultimo viaje o terminar un proyecto.

La respuesta es echar horas, como en los viejos tiempos, aprenderte todas las formas que el juego tiene de joderte, aprender de los que vinieron antes que tú, revisar guías, echarle tiempo y tiempo y tiempo. Me encantan los juegos largos, pero Pathfinder Kingmaker hace trampas para estirar su duración, básicamente siendo el juego más injusto de su género (En serio, deja a Ice Wind Dale como un paseo), dando poca información y transmitiendo muy mal la importancia y el funcionamiento de sistemas aparentemente secundarios.

Si entramos en la propia narrativa, esta tampoco está exenta de problemas, parece juego de tronos, por que ninguna trama parece cerrarse, siempre tienes la sensación de que tienes algo que hacer en otro lado. La sensación de frustración, de haberte dejado cosas sin resolver por doquier es una constante que hace que nunca vayas a dejar este juego satisfecho. Si pasé horas enfrentándome a los retos que me presentó el juego, retos muy creativos y complejos ¿Pero cual es la recompensa? Nah, no hay recompensa, toma, más problemas, esa es tu recompensa.

Siendo sincero, si cualquier DM nos hiciese esta campaña, le habríamos echado de nuestro grupo de rol.

Edit: A día de hoy me he conseguido terminar el juego y tengo que añadir que ha sido una absoluta decepción. El final se siente precipitado, torpe y sin capacidad de decisión para el jugador. La dificultad alcanza cotas insufribles que solo pueden superarse con puro munchkineo extremo. La mayoría de builds no pueden terminarse en juego en la dificultad challenging (reglas de pathfinder normales), ni siquiera las ligeramente subpares. Es lamentable ver un juego con un motor tan bueno destrozado por un desarrollo de niveles tan absolutamente pésimo y un guión tan innecesariamente frustrante.

Solo por ser la voz discordante, voy a valorar negativamente Mechanicus, ya que quiero enfocar esta crítica en los aspectos menos satisfactorios del juego.

¿Me ha gustado? Absolutamente, me ha parecido un buen título. Pero se ha quedado corto, no es un juego que invite a ser rejugado, incluso con todas las opciones que ofrece y que no podrás descubrir en una sola partida.

La experiencia de jugar a Mechanicus puede (al principio) parecer frustrante y complicada, todas las opciones parecen malas, con lo que tras mi experiencia jugando Darkest Dungeon decidí tomar las menos posibles y esa demostró ser la vía más efectiva. Es tan efectiva que en cuanto tienes controlado el principal elemento problemático del juego (la cuenta atrás), todo lo demás resulta fácil de llevar en comparativa. Demasiado fácil.

La dinámica de juego es la siguiente: Comienzas por personalizar a tus tecnosacerdotes, las unidades más poderosas de tu elenco, y esta es sin duda mi parte favorita. Cada tecnosacerdote puede ser personalizado de mil maneras consiguiendo efectos muy variopintos, puedes especializarlos o puedes apostar por distribuir sus capacidades para que todos hagan un poco de todo. Algunos tecnosacerdotes ofrecen apoyo, otros consiguen conocimiento (un recurso muy valioso que usan en combate) y otros pueden ir con grandes cañones que unidos a los cánticos acaban arrasando con los enemigos de una forma muy satisfactoria.

Una vez tenemos a nuestros chicos de rojo preparados es hora de escoger una misión. Hay varias vías que van desbloqueando mejoras progresivamente más poderosas y aquí cada elección puede determinar la estrategia a largo plazo, aunque no hay ninguna opción mala realmente. Una vez hemos escogido la misión es hora de escoger las tropas de apoyo que vamos a llevar (Skitarii, servidores y hasta robots castellanos que podemos ir desbloqueando con las misiones). Una vez hecho todo esto, pasamos a entrar en una tumba necrona y aquí comienza mi primer problema con el juego: La cuenta atrás.

Todas las tumbas usan un sistema en el cual cuanto más tiempo pasas en ellas más sube el contador de despertar necrón. En cada sala hay que tomar decisiones y algunas de esas decisiones suben aún más el contador, mientras que otras te dan mejoras, ventajas y recursos. El problema es que estas decisiones son a ciegas, con lo que lo mejor que puedes hacer es evitarlas. Si te equivocas, es muy posible que subas el contador, y una vez terminada la misión ese contador se suma a un contador global que una vez se llena dispara un evento que termina el juego. Y esa creo que es la por característica de este título, cuanto más arriesgas, más te castiga pero no te recompensa en igual medida. Lo peor que puedes hacer es llenar este contador, por que cuanto más alto esté menos misiones puedes hacer, menos objetos podrás desbloquear y menos fuertes serán tus tecnosacerdotes.

Este final abrupto también causa un efecto curioso, y es que el juego es más fácil según progresas, ya que la dificultad no escala tan rápido como tu propio conocimiento de tu escuadra y de como explotar sus puntos fuertes. Sí, según vas avanzando aparecen necrones más duros, pero tus tecnosacerdotes cuentan con tal elenco de opciones de combate que es raro que te encuentres en la situación de que un combate sea un verdadero reto. Esto incluye las batallas con los jefes de sector que pueden resolverse con absoluta facilidad usando la habilidad de desplegar tropas en cualquier punto del mapa.

Todo esto no sería algo malo si tras acabar con el encuentro final el juego te permitiese seguir jugando, hacer una segunda vuelta con una dificultad incrementada y la posibilidad de seguir desbloqueando misiones. Pero no, no hay contenido post-game, con lo que la recompensa de pasarte el juego es... Que puedes volver a empezar de cero perdiendo todas las mejoras que has desbloqueado, con la misma dificultad y con el mismo contador de tiempo marcándote el ritmo. Es decir, ninguna.

En definitiva, Mechanicus es un juego que ofrece una sensación muy satisfactoria cuando consigues dominarlo. Te permite personalizar tu estrategia a un nivel muy sofisticado. Pero en contra no ofrece incentivos para seguir jugando una vez lo hemos terminado ni un reto muy complicado. Si te gusta el trasfondo de Wh40K eso sí, el juego se vuelve mucho más recomendable, ya que los constantes chascarrillos entre los magus son geniales y la línea gráfica del juego es sencillamente perfecta.

Con todo, necesita más rejugabilidad, algo que creo que deberían priorizar en futuras expansiones, si es que las va a haber.

En cuanto vi el premio "Hombre de Vitruvio" de las rebajas de otoño de Steam, sabía que tenía que dárselo a este juego.

No solo porque estamos ante un título muy bien hecho, sino por ser una oda a su personaje principal: Styx.

Styx Shards of Darkness, sigue la línea de su antecesor, Styx Master of Shadows, en la que nos cuentan los origenes de Styx, un trasgo (El trasgo, en realidad) que se mueve por las sombras de ciudadelas humanas en busca de una dosis de de su droga favorita (El ambar, fuente de mágia y dependencia) y ocasionalmente también algo de venganza... La personalidad del protagonista está marcada por el entorno en el que vive, un mundo en el que se mata a los trasgos a simple vista y son vistos como una mera plaga salida de la nada... En consecuencia Styx es bastante pragmatico, mezquino, pesimita y amigo de lo ajeno.

Con una personalidad así, cabría esperar que nuestro personaje principal no tenga mucho amigos y así es. Durate los dos juegos nos pasaremos horas recorriendo en solitario escenarios inmensos con graficos fantasticos (Mejores en cada entrega y que sorprenden al ver que no estamos ante un triple A ni mucho menos, esto es un juego nicho). Ocasionalmente mataremos a algunos guardias a veces de formas más creativas otras menos, a veces podemos tener que ofrecer alguna ayuda a un secundario que necesitamos para nuestros objetivos finales (droga o venganza). En definitiva vamos a pasar muchas horas solos con Styx. Una pequeña criatura mezquina y asesina que todo el mundo quiere matar. Sería razonable que un personaje así estuviese algo acomplejado, siempre huyendo, siempre escondido en las sombras, siempre intentando sobrevivir hasta el siguiente chute de ambar, pero nada más lejos de la verdad. Styx se tiene en muy alta estima y en este mundo en el que todo el mundo podría volarlo de un plumazo, él se sabe claramente en lo alto de la piramide alimentaria. Al fin y al cabo, es un mundo diseñado para él y todo, desde cada patrulla, hasta cada esquina oscura, pasarelas, el oportuno punto ciego de un guardia, esa cesta de comida para envenenar, ese dardo oportuno sobre un escritorio, ese momento en el que alguien te da la espalda, todo parece estar dispuesto a su imagen y semejanza. En definitiva Styx Shards of Darkness es un juego sobre un personaje, y este personaje define todo lo que vamos encontrando: el tono de la historia, la estetica, el entorno, el argumento, el humor, las mecanicas...

El primer juego de esta saga: Of orcs and Men, fue un desastre en lo que a jugabilidad se refiere, ya que pretendia juntar de una forma poco intuitiva rol con acción y el resultado era muy poco satisfactorio, pero el estudio mantuvo los buenos elementos de aquel juego (Personajes con peso, una gran trama, buena música y fantasticas texturas) y los ha adaptado a un estilo que puede sacar más todos esos elementos. Personalmente me declaro un fan de esta saga, que nos muestra un mundo de fantasía familiar, pero diferente, oscuro y hermoso, lleno de mezquindad y bajezas pero con un sentido único de la justicia.

Aunque no estamos ante un producto de grandes pretensiones, Hand of fate es un buen título que integra diferentes mecánicas de forma muy interesante.

Lo primero que llama la atención de Hand of Fate es la ausencia total de contexto, este está meramente insinuado. Un guerrero y un siniestro místico juegan a vida o muerte en una especie de solitario mezclado con un tarot, todo lo demás es pura especulación. El juego en sí mismo tiene parte de toma de decisiones, memoria, agudeza visual, azar y mecánicas de combate parecidas a las de Batman: Arkham asylum. Esto genera una serie de pruebas ordenadas de forma aleatoria en una suerte de Mario Party para un solo jugador.

Una de las mecánicas más interesantes es la de montar tu mismo el mazo de eventos, decidiendo así con que pruebas te encontrarás, aunque no el orden de las mismas. Además cuanto más juegas irás desbloqueando nuevas cartas que nos enfrentarán a nuevas situaciones y ofrecen diferentes castigos y recompensas.

Las partidas individualmente son cortas, y nos permiten tener un momento entre cada enfrentamiento para reevaluar nuestra estrategia o cambiar de cartas, por si queremos probar otro enfoque o intentar desbloquear una carta concreta. La dificultad está muy bien escalonada y el control es muy sencillo, aunque se echa en falta un control de cámara para tener una mejor visión de qué hacen los enemigos lejanos, especialmente los que disparan cosas.

En definitiva, un juego divertido, que no nos cambiará la vida ni se convertirá en nuestro favorito de todos los tiempos, pero, nos hará pasar ratos entretenidos, nos pondrá retos y nos presenta nuevas e interesantes mecánicas con cartas para los amantes de RPGS.

Y si quieres investigar más sobre RPGs con cartas, siempre tienes un grande como Card Hunter por el inmejorable precio de 0€.

No se muy bien como valorar Darkest Dungeon. ¿Me gustó? Sí, Mucho ¿Lo recomendaría? No estoy tan seguro...

El juego es complicado, pero... No complicado en el sentido de que requiere mucha habilidad para jugarlo. Es básicamente un juego de tomar decisiones, y asumir riesgos. A veces esos riesgos injustamente y de forma completamente aleatoria son demasiado grandes como para ser asumidos.

Y ahí radica toda la dificultad de Darkest Dungeon. Es injusto, es tremendamente injusto. Pero en el fondo el juego no nos exige habilidad, ni una gran astucia para completarlo. Hay que ser persistente y aceptar las dificiles decisiones que nos permiten seguir adelante. Por supuesto que no queremos arriesgar un heroe en el que hemos invertido tiempo y esfuerzo para conseguir su equipo y habilidades... Pero si no lo arriesgas, no avanzarás, si ese héroe no muere no aprenderás lo suficiente de la siguiente mazmorra... Es frustrante, pero también muy satisfactorio cuando comienzas a ver que se puede avanzar.

Dicho esto, solo te recomiendo Darkest Dungeon si vas a tener la paciencia para sufrir toda la frustración que el juego te hará pasar.

También te recomiendo este juego si lo que estás buscando es un juego en el que la tensión no esté unida a la acción, por que el ritmo es muy pausado y muchas veces el papel del jugador es casi de espectador. Si lo que buscas es un juego en el que sumergirte con una alta intereacción, entonces quizás planteate Darkest Dungeon solo como un pasatiempo para ratos muertos, en cuyo caso te recomiendo muchisimo más el Desktop Dungeons.

Tengo muchos sentimientos encontrados con este juego. Por un lado me gustaría decir que lo recomiendo, pero siendo el género de los RPG isométricos, mi género favorito de juegos, tengo que admitir que Tyranny ha sido una decepción por una razón fundamental.

Es demasiado corto. 24 Horas de juego en la primera partida es excesivamente poco en este género, y eso significa que no hay mucho más que desvelar, y que tiene poca rejugabilidad.

La línea gráfica me ha encantado, las dinamicas del juego me gustaron mucho. Creo que consigue ser rapido a la vez que suficientemente profundo. Pero al ser tan corto uno se queda con la sensación de que ha terminado el juego y no domina del todo el sistema.

El universo también me ha convencido, mucho menos esotérico que en el Pillars of Eternity, mucho más solido. Aunque es una pena que las decisiones de juego estén tan marcadas para orientarte al mal. Incluso si pensamos jugar un personaje heróico, acabamos cometiendo innumerables fechorías por que no nos dejan otra opción. Viene a ser otra muestra de que el juego es corto, limitando nuestras opciones para dirigirnos hacia el final de forma más lineal. los personajes secundarios (Aunque no están ni de lejos tan bien escritos como los del mass effect, ni siquiera llegan a los del Dragonage) tienen muchas interacciones, pero poca evolución, ¿Os he comentado que el juego es corto?

Los sistemas de creación también son muy extensos y más sencillos que en el Pillars of eternity, pero no llegamos a amasar las fortunas necesarias para sacarles todo el partido que queremos, con lo que nos quedamos con la sensación de tener muchas opciones que no se pueden explotar al 100%, por que... Vaya, el juego es corto.

En definitiva, un juego muy bien hecho por el lado de la jugabilidad y la línea grafica. El mundo es inmersivo y rico a la vez que muy sencillo de asimilar. Los sistemas bien implementados y dan ganas de usarlos. El combate es dinámico y profundo. Pero no llegaremos a disfrutarlo al 100% por que cuando estemos asimilando todo lo que el juego tiene... Se acaba. Fin. La trama no da para más.

No pido más recursos, creo que el juego tiene de sobra para hacer una historia más larga con las localizaciones que tiene y con los enemigos que tiene. Pero deberían haber escrito una historia más larga, más retorcida, con más misiones secundarias, que te no esté constantemente cerrandote puertas para encañonarte hacia el final.