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El juego es bien raro. Es un FPS/juego de aventura de fantasía, pero con una ambientación que derrocha misticismo y onirismo y haciéndote testigo de cada fenómeno o ser más bizarro que el anterior.

El juego hace muchísimo hincapié en la exploración, teniendo incluso sus toques metroidvania.

Cada zona tiene sus propias peculiaridades en cuanto a estructura, mecánicas, eventos raros y enemigos. De hecho, el bestiario es bien amplio y no pasa desapercibido. De ahí voy a lanzar de paso una advertencia: quien sufra de aracnofobia, a menos que vea jugarlo como un ejercicio de terapia, verá en Northern Journey su peor pesadilla. Especialmente porque los bichos que salen actúan muy como depredadores de la vida real y no los típicos enemigos de muchos juegos. Tras finalizar el juego las he terminado odiando más que nunca. Así que imaginad.

En su lado más amable, el juego sabe alternar entre partes de mucha tensión con otras mucho más relajantes para respirar el buen paisaje...mientras sepas donde pones el pie. Paisajes con un precioso acabado artístico y acompañados de una envolvente banda sonora.

El movimiento es muy rápido, como en un Unreal o un Quake, pero el uso de las armas es otra historia. Son armas rudimentarias y de larga distancia o arrojadizas, de recarga lenta y tienes que estar siempre calculando detalles como la trayectoria del proyectil. Porque la primera arma y con munición infinita es una honda para lanzar piedras. Así que no es un tipo de combate para todo el mundo y Northern Journey no es la típica fantasía de poder a lo Doom o Serious Sam.

El juego tiene su lore, pero se cuenta más por detalles como el escenario, los extraños eventos y mecánicas que se te van presentando. Hay personajes que te hablan, pero sin parrafadas, y el juego carece de cinemáticas. De hecho...no es precisamente un juego que te vaya arrebatando el control de tu personaje cada dos por tres. Podría decir que, en ese sentido, sigue la buena escuela del Unreal del 98 y Half-Life que muchos han estado imitando a día de hoy pero sin entenderla...al contrario que Northern Journey.

Ningún juego es perfecto y éste tampoco lo es. De primeras, está en inglés, y hay que entender lo que te van diciendo para saber por dónde tirar. Pero no es un inglés difícil, es sólo texto y, como ya he dicho, no es un juego de enormes parrafadas.

No tiene editor ni modos de juego aparte y rejugabilidad...no demasiada. Si bien tiene una duración decente, además de su escaso precio y de que la experiencia mientras dura es única.

Puede notarse en algunos aspectos técnicos sus limitaciones por estar hecho por una sola persona. Secundarias por lo menos para mí porque esa sola persona ha dado el tipo de juego que es. Un enorme carrusel muy especial, impredecible y único lleno de imaginación, creatividad, ideas y del cual no sabes de todo lo que es capaz al cien por cien hasta que lo finalizas. Está hecho de forma puramente artesanal y lo palpas durante toda la partida. Puede gustar más o menos, pero difícilmente parecerte un juego genérico o hecho con el piloto automático. Difícilmente vas a encontrar otro juego de su género que transmita semejante sensación de viaje, magia, maravilla y aventura.


Así de bueno es Northern Journey.

Una compañía como Shiny: hey, estamos en 1998, queremos hacer un FPS para N64 y PC, pero acaban de salir Unreal, Turok 2 y en el año pasado Quake 2. Además, todavía la gente está que no caga con ese rarito de Duke Nukem 3D de hace dos años. Hay que pelear en el terreno de esos, pero a nuestra manera.

Estamos en 2023, y tal juego en realidad ha salido no hace mucho y esa compañía como Shiny en realidad es una sola persona. Llena de pasión y gusto con los clásicos, demostrándolo de sobra. Pero al mismo tiempo procurando que su juego tenga sus vueltas de tuerca y su propio encanto.

El amplio bestiario, que comienza casi como una parodia de Quake 2 rápidamente se vuelve más raro que un perro verde, y encima con una movilidad enorme, pegando incluso saltos enormes para bonitos detalles como acribillarte a gusto desde una alta plataforma. Y entre esto y su elaborado diseño de niveles, mucha, mucha, muuucha verticalidad. Buena parte del escenario es interactuable o destruible, incluso la munición e items de vida pueden moverse del sitio por los disparos y las explosiones.

Arsenal bien variado y todos con su disparo secundario. Por ejemplo, una pistolita de rayos cuyos disparos rebotan en los enemigos y el escenario y que pueden también crear un escudo para protegerte. O un lanzagranadas que puedes usar si quieres como un lanzacohetes. O un lanzallamas que no parece la gran cosa...hasta que ves que puede ejercer de poderoso lanzagranadas...y dejando un buen rastro de llamas donde cae su proyectil.

Todo esto con un tono, ambientación y estética con aire desenfadado y loco pero también con su toque oscuro y raro. Y por supuesto el gratificante componente de exploración típico de los clásicos.

No es muy largo, pero la diversión que da durante la partida lo compensa y cuesta una miseria. Aparte de, como en los Doom, los modos de dificultad regulan el número de enemigos, por si te atreves, y tiene editor para mods.

Su mayor pega sería en la irregular mezcla sonora, con algunos efectos sonando más flojo de lo que deberían. No es constante y no fastidia el juego en global, pero sí con la sensación que de otra forma habría quedado más redondo sin duda, sobretodo por lo excelente del resto de sus apartados.

En cualquier caso, que no os engañe el precio. Es mucho más que el típico cutrejuego de cientos aprovechándose por lo bajo de la nueva popularidad de los FPS tipo clásico. Es un juego que ensambla muchos buenos elementos de los clásicos pero de forma estupenda y que termina sintiéndose como su propia cosa. Tiene mucho encanto y se nota el aroma de un proyecto hecho con pasión. Es un paquete muy completo que hace click en muchas cosas.

Es casi un robo comprarlo a ese precio. Creo que decir que es recomendable sonaría ya redundante. No lo dejéis fuera del radar.

Tras el controvertido Amnesia Rebirth, que quiso englobar el estilo de SOMA con el del primer Amnesia acompañado de un toque más cinematográfico, tenemos The Bunker.

Entrega que pone la jugabilidad en primer lugar, la historia con menos protagonismo que anteriores juegos de Frictional y unas mecánicas que parecen beber de juegos como Alien Isolation, los de Puppet Combo (concretamente Stay Out of the House y Nun Massacre) y Monstrum. Tú a solas en una localización claustrofóbica contra un solo monstruo patrullando por todo el juego, con peligros del entorno (trampas, ratas, etc) y suministros y códigos generados aleatoriamente en cada partida. Quedando todo a tu cuenta, tanto respecto a donde ir como diversas posibles soluciones a las que puedes echar mano para muchas situaciones. Fuera medidor de cordura, fuera autoguardados durante el 90% del juego (guardas casi siempre de forma manual en la sala de descanso), tienes tu pistola y la única recarga que necesita tu linterna es dándole tú cuerda cada dos por tres.

Todo esto puede sonar a que han querido imitar a otros juegos sacrificando la saga su identidad. Nada más lejos de la realidad. Todo lo que "toma" lo hace amoldandolo al estilo que lleva siguiendo Frictional desde el primer Penumbra. La importancia de las luces y sombras ahora se concentra en la restauración o no de electricidad de las distintas áreas del juego. Que de hacerlo consume un generador que necesita combustible. La interacción con el entorno y la física son cruciales, habiendo con frecuencia incluso distintas soluciones para tratar peligros o abrirte camino. El persistente e inteligente monstruo, además de adaptarse a lo que hagas, patrulla menos con la luz eléctrica encendida (que no dejar el área 100% despejada) y hace parpadear las fuentes de luz según su cercanía. Y tú puedes tener tus balas y explosivos...pero al monstruo como mucho puedes ahuyentarlo, gastar un par de balas ya DUELE...y que encima podrías utilizarlas para ciertos elementos del entorno. Porque lo que hagas durante la partida depende mucho de tu gestión de tu inventario. Sobrado nunca sueles ir y lo que aproveches para una cosa...la pierdes para otra.

Por lo que, aunque no vaya a golpear el género como lo hizo el primero de todos, Frictional se ha preocupado por ofrecer una experiencia fresca e interesante incluso si jugastes a los anteriores y sus historias personalizadas, pero al mismo tiempo sin olvidar su filosofía de juego.

Respecto a la historia, está ahí, pero, como he dicho, tiene menos protagonismo que en los anteriores juegos de Frictional, lo cual puede decepcionar a quienes esperaran otra cosa. Por otro lado, a quien le molestara las interrupciones, pérdidas de control del jugador, algunas largas caminatas y el parloteo de Tasi en Rebirth, se alegrará de ver que prácticamente ha desaparecido en The Bunker. Hay un prólogo sobrerraíles en plan tutorial, pero es muy corto (nada que ver con el lento comienzo de Rebirth), y una vez arranca el asunto es muy "ahí está tu meta final, el resto es cosa tuya".

¿La duración?  Finalizado en nueve horas, si bien jugándolo en difícil y considerándome yo un jugador lento. Igualmente no veo yo que pueda durar sólo dos o tres horas como se ha dicho por ahí, salvo que o lo juegues en fácil o seas un pro rejugandolo que se lo sepa todo al dedillo.

A mí Rebirth me pareció un buen juego con partes estupendas pero también algunos fallos notables e impropios de Frictional. The Bunker es de largo mi segundo Amnesia favorito, sólo por detrás de The Dark Descent...y en algunas cosas es la mejor entrega directamente. Además de tener un potencial ENORME para historias personalizadas. Puede llegar muy lejos con el modding.

Definitivamente recomendable para el fan de los juegos de Frictional y del survival horror en general.

Mezclemos El Resplandor con Clock Tower, pongámoslo en primera persona...y aquí lo tienes.

La IA de Jimmy, el loco del que tienes que huir y esconderte es de las mejores de cualquier juego de terror. Te busca incansablemente, se esconde, te intenta engañar de distintas formas, es capaz de cortar tus atajos, se va volviendo más agresiva a medida que avanzas, etc. El diseño sonoro está tan cuidado que afinar el oído es clave para sobrevivir. Cerrar una puerta con llave puede salvarte de un disgusto o incluso darte un respiro si consigues encerrar a tu enemigo (temporalmente). El movimiento en plan aventura gráfica poin´click (muy natural, ágil y nada pesado) es aprovechado para que midas cada movimiento tuyo en todo momento. E ir por donde no debes o desorientarte puede costarte caro.

El hotel de tres pisos (sin contar la planta baja y el sótano) está estructurado como lo que es, un hotel de tres pisos. Por lo que no destaca por una enorme variedad de lugares por los que pisas. Aunque los pasillos están suficientemente diseñados para que te puedas orientarte por donde vas o meterte todavía más en su lúgubre atmósfera ¿He dicho orientar? Porque el juego...no tiene mapa. Cero. Pero tienes una brújula para seguir rastros paranormales, un espejo para conocer tu siguiente paso (sólo activable en la cocina o dentro de una habitación) y por supuesto tu buena memoria. Porque ese es el punto. El agobio por esos pasillos hasta que te adaptes, aprendas y aproveches de ello para llegar a tu destino sin que cierto desgraciado te acabe agarrando. Además, la colocación de los objetos a examinar es aleatorio en su mayoría y el juego guarda automáticamente cuando eres noqueado. Así que no vale hacer trampas.

La historia no está enfocada en nuestra heroína, sino en el villano, Jimmy. La búsqueda de avistamientos y nuestro trato con los fantasmas de sus víctimas sirven para profundizar todavía más en semejante elemento. Y consigue intrigar lo suficiente para querer ver hasta el final. Con pretensiones sólo las justas.

El juego mezcla fmv con gráficos 3d. Pero lo hace con una ejecución tan buena que visualmente queda vistoso. Y At Dead of Night, aun con su feeling de peli interactiva, sabe en todo momento lo que es primero y ante todo. Un videojuego. Una aventura. Un survival horror. Con mecánicas a las que adaptarse y saber usarlas con idea. Y si te metes en su juego, tienes uno único, desafiante, intenso y gratificante.

Si te crees valiente, cómpralo, asegúrate de tener los altavoces a volumen decente o de tener puestos unos buenos cascos...y prepárate.

Cruce de Twin Peaks, Silent Hill, American Psycho y mangaanime bizarro de terror...todo en un survival horror que toma elementos de las aventuras gráficas. Sabe perturbar como crear tensión o incluso hacer reír, la exploración es divertida y su historia engancha hasta el final y ésta sirviendo para una interesante sátira del mundo empresarial. Es variado y rejugable y sobretodo un título único con mucho encanto propio.

Tiene sus pegas, pero son tan pequeñas y puntuales al lado del resto que sí funciona...que nada te quitará la sensación de haber jugado a un survival horror muy especial.

Yuppie Psycho sin duda merece ser comprado y jugado.

Es una más que decente mezcla del remake del primer Resident Evil y del Silent Hill original, dos de los mejores survival horror jamás creados. Con una cuidada ambientación, un enorme amor por el detalle en sus escenarios, gratificante y amplio componente de exploración, tenso uso de luces y sombras y dando importancia a la conservación de suministros como buen survival horror.

Algunos puzzles podrían estar implementados de forma más orgánica, y haber tenido una mayor variedad de peligros (aunque fueran en forma de más trampas del entorno). Y peca de depender un poco demasiado de los juegos que homenajea y en aspectos que ya fueron bastante explotados por estos (hasta en la música). Resintiéndose así un poco el factor sorpresa y su identidad propia (sin ser en absoluto un juego hecho con el piloto automático, ojo).

Song of Horror salió en el año anterior que este y supo recuperar el sabor clásico y al mismo tiempo llevar de forma más equilibrada su tributo a sus mayores y el atrevimiento a ofrecer cosas menos explotadas en el género o más propias. Y bien hecho, por supuesto.

Igualmente si eres fan del survival horror clásico, estás hambriento/a de este, buscas un buen juego de este tipo y a buen precio... difícilmente te puedes arrepentir de comprar y jugar Tormented Souls.

Sirviendo de RPGmaker, pero con el alma de un survival horror, Mad Father es un título a recomendar si buscas divertirte con la exploración, los puzzles e impredecibles y creativos sustos. La historia es retorcida y escabrosa, así como sus personajes. Y mantiene el interés lo suficiente como para que desees desbloquear sus modos extra que profundizan más elementos de esta.

El juego tiene QTEs, pero no son el mayor foco del juego, sueles verlos venir y casi hay más por meteduras de pata tuyas que por obligación del juego (que hay, pero no muchos).

Una nota negativa (no muy grande), hay un pequeño error. Aunque pone el lanzador que puedes elegir jugar a la última versión (la reseñada por cierto) o al original, realmente no es así. Mad Father salió en 2012 como juego gratuito, fue ¨remakeado¨ en 2016, lanzándose a Steam como juego de pago y volviendo a tener una nueva versión en 2020 (gratis para quienes ya tenían la de 2016). El ¨original¨ que pone en el lanzador es la versión de 2016 (la primera de Steam). Podría haber sido más exacto, o incluir las tres. Igualmente, el de 2012 se puede descargar gratuitamente fuera de Steam y las dos versiones posteriores las tienes al precio de una. Un muy buen precio.

Tras esta pequeña aclaración y volviendo al punto de esta reseña, sí, el juego lo vale sin duda. Y su última versión es la que tiene el mejor apartado gráfico y con mayor contenido.

Lisa the Painful RPG hace honor a su nombre.
Siendo uno de los dos hijos indie aventajados de Earthbound (el otro sería Undertale), es una comedia nhegra pero con temas serios.

Se comporta jugablemente en buena parte como un jrpg pero dando mayor sensación de agencia del jugador. Te hace reír, pero también te hace sentir incómodo. Con todas las cosas a las que te ves rebajado a hacer, com la mirada cómica de duras y tristes tragedias, con estar eliminando a muchos obstáculos que eran más personas desesperadas o rotas que malvadas; con las decisiones que tomastes sin desear hacerlo y con la decadencia del mundo a tu alrededor. Es un juego que conecta con el jugador, a través de la participación de este (incluso en sus delirantes combates) y de lo que va siendo éste testigo. Es divertido, es duro, es una nada recomendable cura para la depresión, es extraño, es único.

Quien esté en esos días en los que piense "lo he visto todo" y quiera buscar videojuegos que le digan lo contrario, este es uno de ellos. Comprar el juego y su expansión (que es su necesario capitulo final), instalarlos, poner sus traducciones no-oficiales al español...y comprobar lo equivocado que estaba.

Parece mentira. Mezcla tantas mecánicas de géneros tan dispares como los beat´em up, los JRPG, los shoot´em up y las novelas visuales sin acabar como un monstruo de Frankenstein. O que a nivel de historia y narrativa consigue que te lo tomes más en serio de lo que podría parecer en un comienzo por aspectos como un diseño de la prota un tanto...curioso xD . Es de hecho un juego fascinante y único en su especie. Y con un final que se siente, sin exageración, de los más catárticos en un videojuego.

Tiene pegas como un balance de dificultad extraño (habría sido mejor un modo a medio camino entre normal y difícil) o a veces más barreras invisibles de las deseables ¿Quizás por una ambición mayor que su presupuesto? Además, el port a PC podría haber sido mejor. Pero una vez lo juegas entero (necesario para comprender tanta locura y mimo en un solo juego)...todo esto hasta acaba dando igual. Es extraño, loco, divertido y lleno de emociones, especialmente en su último tercio. Acompañado de una banda sonora inolvidable que brilla con luz propia. Respecto al port, en caso de haber incomodidades, hay mods sencillos que los resuelven.

Con sus más y sus menos, e incluso pensando en que pueda no gustar (no hay obligación de ello, por supuesto)...es casi imposible no ver en Nier Automata un juego lleno de pasión, ideas y mimo detrás. Muy merecedor de respeto por ello. Como también merece ser recomendado una y otra vez. Y jugado.

Divertido, relajante, variado, con buenos jefes (una vez pasado el primero, muy de tutorial), un amor enorme por el detalle y mucho sabor a plataformas 3D clásico. Y del bueno. Cada capítulo brilla con luz propia, con sus propias pecularidades, sus locas situaciones y sus personajes que te harán reír. Y si hay algo mejor que un gran juego, es un gran juego con editor y una comunidad sacándole partido, como es el caso de a Hat in Time. Siendo así un juego que crea buenas sensaciones mientras dura, sino también que puede durar prácticamente todo cuanto uno quiera. La única advertencia es que para comprender todo lo que es capaz A Hat in Time hay que jugarlo de principio a fin, el primer capítulo por sí solo, especialmente en su primera vuelta, no representa toda la calidad del juego. De nuevo, cada uno brilla con luz propia, así que si gusta el comienzo, estás de suerte, pero si no...no lo abandones tan rápido.

En conclusión, es imposible no recomendarlo para todo aquel que disfrute con los plataformas.