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10.6 hrs on record (7.5 hrs at review time)
Early Access Review
Tras unas horas de juego puedo decir que para ser un juego que está todavía en desarrollo está muy bien, cierto que la gente se queja mucho de los graficos ofrecidos y en ese apartado , bueno, con respecto a su predecesor está muy por encima aunque es una asignatura pendiente de mejora, en cuanto a la jugabilidad esta muy bien y tiene muy conseguidos ciertos puntos como las opiniones,la influencia de adornos... En mi opinión faltan algunas atracciones más aunque tiene ya cuenta con un amplio número, y las montañas rusas están bastante bien recreadas y con muchas opciones a la hora de crear una. Para mi seria un 6/10
Posted June 5, 2016.
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40.8 hrs on record (24.0 hrs at review time)
Early Access Review
Es un juego muy bien planteado,yo venía de usar la versión movil y la verdad la del ordenador me ha convencido,les falta mucho por mejorar pero a mi gusto y parecer está genial. Lo recomiendo encarecidamente pues le echas unas buenas horas. :)
Posted September 14, 2015.
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19.6 hrs on record (6.9 hrs at review time)
Shogun 2: Total War está situado en el 1545 del conocido como periodo Sengoku jidai, también conocido como el periodo de los estadosS en guerra.

Esta es una época de guerra civil, perfecta para un título de la saga ‘Total War’, en la que seremos el cabeza de alguno de los clanes y nos levantaremos en contra del orden actual, buscando ser el clan más poderoso y convertirnos en el próximo shogun.

En la versión original de este juego hay nueve clanes jugables y son los Chosokabe, los Shimazu, los date, los Hojo, los Mori, los Oda, los Takeda, los Tokugawa, los Uesugi. Sin embargo, en la ‘Gold Edition’ nos encontraremos con dos clanes más, que salieron anteriormente en forma de DLC:

Los Hattori: un clan ninja que además se diferencia del resto siendo el único que empieza con un agente ninja.
Los Ikko-Ikki: la famosa secta liderada por monjes de la que también formaban parte los nobles y campesinos. Históricamente es muy importante dado que fueron los primeros en levantarse contra el gobierno samurái llegando, incluso, a conquistar una parte importante de las provincias de Japón.
Los Otomo: cuando juguemos a ‘Fall of the samurai’ también tendremos este clan que fue el primero de todo Japón en la utilización de armas de fuego, gracias a la influencia de los portugueses sobre este clan.
Otras dos facciones con las que nos encontraremos son los Nanban (comerciantes portugueses) y los piratas Wako, estas dos facciones son totalmente navales y no son jugables.

El largo camino hacia el shogunato

Al empezar la campaña nos encontraremos con una pantalla como esta:

Shogun 2: Total War
En ella se nos proporcionan las características, dificultad, número de provincias, localización y estética de cada uno de los clanes disponibles. También aquí elegiremos la dificultad de la campaña y lo larga que será, es decir, la cantidad de provincias que deberemos controlar para acabar con éxito la campaña, si escogemos una campaña corta, este número será 25, 40 para la campaña larga y 65 para la campaña de dominación.

La conquista de estas provincias se logrará capturando la ciudad fortaleza situada en cada una de ellas. Al acabar con las fuerzas armadas que se encargan de la protección de la ciudad se nos ofrecen dos posibilidades:

Saquear: lo que nutrirá nuestros bolsillos, pero también nos regalará el odio del pueblo y la imposibilidad de conquistar la ciudad.
Conquistar de forma pacífica: esta opción no ofrece nada al tesoro a corto plazo, pero la ciudad será nuestra y nos pagará impuestos. Al pueblo no le gustan los cambios y por lo tanto estará cabreado, lo que podría hacer que se pusiera en nuestra contra y se iniciara una rebelión, igual que podría pasar con unos impuestos muy altos, en general, una población infeliz lleva a una rebelión.
Si la provincia que acabamos de conquistar es la última que le quedaba al clan enemigo se nos ofrecerá una tercera opción que es la de convertir al clan vencido en nuestro vasallo.

Pero no solo de guerra va la cosa, como ya es costumbre en los juegos de ‘Total War’, contaremos con más elementos PARA hacer del juego una experiencia más completa y exigente.

Tenemos los impuestos, una de las grandes fuentes de ingresos pero también una causa importante de infelicidad en la población, podremos elegir si una provincia PAGA o no impuestos y qué cantidad.

El estudio de las artes está diferenciado en dos grandes campos, el Bushido enfocada a la guerra y el Chi más enfocada hacia lo civil.

Gracias al estudio de estas artes y a la construcción de ciertos edificios podremos ir haciéndonos con los diferentes agentes:

Ninja: este agente participa en misiones de sabotaje y asesinato, si el ninja tiene la suficiente experiencia podrá montar redes de espionaje, claro que el ninja también puede fallar en alguna de sus misiones. Además, el ninja aumenta movimiento de un ejército.
Geisha: cuenta con los mismos usos que el ninja.
Monje y misionero: estos agentes tienen una gran facilidad para realizar la conversión de la población de una provincia a la religión de su clan (especialmente útil para aquellos clanes que han adoptado el cristianismo) así como conseguir que un general se convierta, provocar rebeliones, animar al ejercito y desmoralizar al ejército adversario.
Metsuke: son la policía secreta de esa época, pueden capturar otros agentes enemigos, supervisar tanto ejércitos como asentamientos y, en caso de ser enemigos, sobornarlos.
Pero pese a lo útiles que estos agentes pueden resultar, al final lo que importa es el ejercito que se tenga y la estrategia de combate.

Nuestro ejército puede ponerse bajo el mando de uno o varios generales. Los generales son una pieza bastante importante de un ejército, su cercanía alienta a las tropas y además tienen una serie de habilidades, que irán aumentando de manera proporcional a como aumente la experiencia del general. La unidad del general cuenta con 30 hombres (el general y 29 más) a caballo muy veloces y fieros en batalla, pero hay que tener cuidado, si el general muere las tropas bajo su mando se desmoralizarán. El general también puede ser el blanco de los agentes enemigos o ser sobornado PARA cambiar de bando, en ese caso se llevaría consigo una cantidad de los hombres bajo su mando, es decir, lo típico de estos juegos.

La desmoralización de las tropas es algo que hay que tener en cuenta, ya que puede hacer que los soldados abandonen la batalla o en un caso menos extremo que su modo de pelear sea peor, en esto último también tiene que ver el cansancio de las tropas.
En resumen, a la Hhora de entrar en batalla hay una gran cantidad de factores que tomar en cuenta como el cansancio de las tropas o la posición geográfica que estemos ocupando, así mismo, dependiendo del clan al que pertenezcamos tendremos una serie de posiciones de batalla predeterminadas entre las que podremos elegir.


Pero si por alguna razón no queremos jugar la batalla podemos dejar que el ordenador la haga por nosotros, antes de entrar en batalla tendremos que pasar por un menú en el que mediante una barra se muestra quien tiene más superioridad NUMÉRICA y cuanta es, así mismo, se da la opción de que la batalla sea automática, de seguir enfrentados pero sin combatir, de abandonar el intento y la de que sea el jugador quien lleve a cabo la batalla.

De todos modos, no son pocas las veces que el juego se jugará una mala pasada a si mismo y en mitad de una batalla, si hemos escogido librarla manualmente y sobre todo si se trata de un asedio, será bastante normal que mande a su general a nuestros armados brazos o nos deje las puertas de su ciudad abiertas para que la conquistemos a placer, lo que hará que la victoria sea nuestra y es que este juego tiene muchos puntos fuertes, pero su IA sigue siendo débil.

Las batallas navales son igual de buenas y grandiosas que de costumbre en esta saga, se ha pulido bastante aunque, personalmente, creo que aún le falta.

Todo esto salpicado con un modo de diplomacia que nos permita hacer alianzas tanto políticas como económicas, pactos matrimoniales o treguas, entre otras.
Posted May 5, 2015.
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5.6 hrs on record (2.3 hrs at review time)
Early Access Review
Es un juego de características simples pero muy entretenido,cada vez se hacerca más a un simulador de metros pero sin muchísima complejidad, es una buena opción, divertido y entretenido. Lo recomiendo encarecidamente
Posted May 2, 2015.
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101.1 hrs on record (28.4 hrs at review time)
Se acerca la Edad Media. Una época de hambre, enfermedad y guerra en la que los refugiados escapan por miles de una oleada de destrucción y muerte. Las desesperadas tribus bárbaras se unen contra el debilitado poderío de un Imperio Romano moribundo y dividido, mientras la luz de su civilización se va perdiendo.

En las grandes estepas de Escitia se reúne un ejército enorme y aterrador, liderado por un rey guerrero cuya sed de conquista es inigualable. El Azote de Dios, El Heraldo del Apocalipsis ...Atila el Huno. El mundo se oscurecerá a tu alrededor a medida que los ejércitos de Atila se acerquen a tus tierras, creando una vision de estrategia y supervivencia únicas.

La vida de la época retratada de forma realista incluyendo funciones estratégicas nuevas como la lucha de guerrillas avanzada, la destrucción completa de los asentamientos y un fuego dinámico que puede arrasar una ciudad mientras se enfrentan los ejércitos.

El Azote de Dios

La historia del juego nos sitúa pocos años antes de la caída del Imperio Romano, contándonos los hechos relevantes sucedidos en el llamado siglo de los bárbaros. El Imperio Romano ya se encuentra debilitado y dividido en dos facciones, el Imperio Romano de Occidente y el de Oriente. Comenzaremos la campaña con eesta situación, años antes del nacimiento del huno más conocido de la historia.
De esta forma, el juego nos irá informando de la evolución de la historia mientras jugamos, por ejemplo, cuando nace Atila. Viendo la debilidad del Imperio Romano, Atila decide unir a los pueblos nómadas y atacar con su ejército a las principales civilizaciones, así que mejor no enfrentarse a él, si es que tenemos otra civilización.

Pero, como sabéis, en 'Total War' no hay nada escrito, y nos permite reescribir, hasta cierto punto, la propia historia. Cada campaña tiene ciertos objetivos y, por supuesto, podremos crear nuestra propia historia al margen del Imperio Romano o de Atila. Para ello, hemos visto diferentes campañas: los francos, los sajones, los ostrogodos, alanos, vándalos, visigodos, el Imperio Sasánida, el Imperio Romano de Oriente, el Imperio Romano de Occidente y, por supuesto, los hunos.

Como decíamos, las características de cada facción permiten unos u otros objetivos para que la campaña resulte victoriosa. Por ejemplo, los grandes imperios te pedirán un buen número de asentamientos controlados, en comparación con los francos, por ejemplo. Los ostrogodos, pese a ser nómadas, su campaña pide un número de asentamientos controlados, mientras que los hunos no. Los hunos no pueden controlar asentamientos, tendrán simplemente que sembrar la destrucción por donde pasen, asolando todos los pueblos por los que pasen, y gestionándose con el modo hordas.
Las campañas, como siempre, pueden ser jugadas en modo on-line con otros jugadores, lo que será mucho más entretenido, aunque el sistema de juego lo hace bastante aburrido por momentos, mientras esperas el turno del compañero. También, como es habitual, 'Total War: Attila' incluye un modo único para realizar batallas. Centrarse sólo en la gestión y la acción de las batallas, y no en la gestión y conquista de imperios. En el modo batallas, además de poder configurar una nosotros mismo, lo más interesante es poder recrear batallas históricas reales de este contexto histórico, por ejemplo la Batalla de Rávena, la del río Utus, etc.

Los nómadas encuentran su sitio

Probablemente el mejor cambio que vemos en el sistema de juego de 'Total War: Attila', y que sería interesante que se quedara para futuros episodios, es el llamado sistema de hordas en las civilizaciones nómadas y bárbaras. Este sistema ha introducido una nueva dimensión en civilizaciones como los Ostrogodos o Los Vándalos, civilizaciones que quizás antes eran secundarias, pero que con las mejoras se han hecho más interesantes.

En 'Total War', hasta el momento, perder el control de todas las ciudades o pueblos del imperio era, si no disponíamos de un general con cierto número de unidades o dinero suficiente en las arcas, como pegarse un tiro en el pie. Es más, abandonar la partida era siempre una opción más rápida de decir adiós a la campaña, puesto que todo el sistema económico de las naciones dependían de estas ciudades. Pero entramos en un periodo histórico en que los pueblos nómadas conquistan y derrotan a grandes pueblos asentados en importantes regiones durante cientos de años... ¿Cómo hacemos que estas tribus que no tienen ciudades, y por tanto sustento económico ninguno, entren con peso en la historia y gameplay de 'Total War'? El sistema de hordas.
Las civilizaciones nómadas en 'Total War: Attila', en su mayoría, comienzan sin ningún pueblo bajo su mandato, sin embargo y al contrario de lo que hasta ahora hemos visto en los episodios principales, tienen un sustento económico que mantiene la población y los ejércitos, la nación en sí...Los generales de los ejércitos de estas civilizaciones, al contrario que el resto, tienen diferentes opciones para levantar campamentos y crear pequeños pueblos en cualquier territorio del mapa. Estos asentamientos pueden gestionarse como si de pequeñas ciudades se tratasen, construyendo y mejorando edificios que nos permiten generar dinero, comida o diferentes tipos de guarniciones y soldados. Será importante realizar estas acciones en terrenos seguros, ya que el sistema no permite, por ejemplo, construir o mejorar edificios si levantamos el asentamiento para enfrentar nuestro ejercito al de un enemigo.

Sin embargo, sin la necesidad de conquistar poblados se tiene una economía muy completa y saludable, y el jugador podría tomar la decisión de utilizar este sistema durante mucho tiempo sin conquistar ciudades, puesto que en ocasiones es incluso más beneficioso. Por ejemplo, la campaña central del juego, centrada en los Hunos, no permite conquistar ciudades, el objetivo es arrasarlas y dejar una estela de destrucción por donde pasamos. El sistema horda ofrece, soabre todo, muchas ventajas en el inicio de una campaña y, por supuesto, si vemos que nuestro imperio peligra y se queda sin ciudades conquistadas. ¿Qué es mejor, un sistema basado en las ciudades o un sistema nómada? Diferenciarlo por tipo de naciones creo que ha sido un acierto, puesto que hace más interesantes naciones secundarias, y realmente los grandes imperios históricos siguen siendo fuertes en su sistema tradicional. Al final se debe encontrar un equilibrio, y ciertamente lo hay en este sentido... No creo que, en el futuro, deba ser un sistema que se encuentre en todas las civilizaciones.
Quizás bastante asociado al sistema de hordas y a la no necesidad de ciertas naciones de depender de pueblos conquistados para subsistir, y un poco relacionado con la trama y con la historia del caudillo de los hunos, en este juego hemos visto más opciones a la hora de ganar una batalla al asediar un pueblo o ciudad.
Obviamente lo inteligente para las civilizaciones clásicas es conquistar dicho pueblo y hacerte con su gestión, para así dividir el coste económico de los ejércitos y la nación en varias ciudades, generando más beneficio inclusive, gracias a edificios y comercios. Pero quizás los pueblos nómadas estén menos interesados en quedarse con la gestión de dicho pueblo, perdiendo así el sistema de hordas, y prefieran simplemente sacar un rédito económico y aterrorizar a los pueblos vecinos, arrasando y saqueando dicho territorio, dejando la ciudad en ruinas. En dicho sentido, al conquistar una ciudad tendremos un completo número de acciones: saquear, subyugar, robar y ocupar, ocupar o asolar.

En mi opinión Total War nos ha brindado con otra obra maestra,un motor gráfico espectacular,una buena situación histórica y muchas horas de diversión.

Posted April 7, 2015.
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315.3 hrs on record (27.6 hrs at review time)
Análisis Rome II
Si en el primer ‘Total Ware: Rome’ nos encontramos con pocas facciones que seleccionar al comenzar una partida, en esta ocasión el estudio ha decidido ofrecer todos los caminos desde el inicio, abriendo las facciones para darle al jugador la libertad de comprender las nuevas culturas desde el primer minuto. Hasta ocho culturas distintas estarán disponibles -además de las que lleguen en formato descargable. Se reparten entre Roma, Cartago, Macedonia, Suevos, el Egipto Ptolemaico, Arvernos y Partos, cada una con sus diferentes habilidades y opciones que iremos descubriendo a medida que vayamos avanzando en las escaramuzas. La variedad de las partidas está asegurada desde el primer momento, y no sólo a nivel de unidades. Tenemos multitud de opciones y cada uno de los bandos contará con sus propios atributos dentro del mundo, diplomacia incluida. Por ejemplo, los Cartagos tienen una bonificación en forma de impuestos, aumentando hasta un 10% los intereses del imperio. Cada jugador podrá escoger, así en función de sus intereses, una serie de habilidades y extras que podrán decantar la batalla hacia un lado u otro. La mecánica del juego mezcla una serie de conceptos visto en otros exponentes del género, pero aumentando la experiencia de juego para ofrecer un conjunto notable. En el mapa general tenemos acceso a nuestras tropas, y a través de turnos podemos preparar las batallas asignando nuestras tropas, comprobando los intereses del senado y controlando las alianzas. Debemos aclarar que cada cultura cuenta con una identidad propia, ya no sólo a nivel visual, sino también en cuanto a fórmula de desarrollo, con nuevos sistemas de gobierno y árboles de desarrollo únicos. Poco a poco iremos adquiriendo experiencia y con ello llegan nuevas posibilidades que dan lugar a actualizaciones de las tropas, nuevas habilidades, más personajes heroicos en nuestras filas y, en definitiva, un ejército más poderoso. La obra, además, cuenta con cinco niveles de dificultad, siendo las más complicadas un auténtico reto gracias a una inteligencia artificial que, aun no siendo perfecta, pues en ocasiones cuenta con algún comportamiento fuera de lo común, causará más de un dolor de cabeza hasta para el estratega más experimentado. Por otra parte nos encontramos con el senado, que nos irá marcando una serie de objetivos -como por ejemplo conquistar una ciudad determinada, aunque también podemos elegir misiones de corta duración por si nos sentimos un poco abrumados entre tantas posibilidades. Estas parten desde las propias campañas del videojuego y dan un nuevo enfoque dentro del mapa general, así como las notables batallas navales, un añadido más dentro de la franquicia. A medida que vamos conquistando ciudades nos haremos con el control político y cultural de las urbes a nuestro mando, lo que nos permite gestionar cada una de las ciudades de manera completamente diferente, siempre en función de nuestros intereses. Para ello necesitaremos asignar a un gobernador, aunque por suerte se ha incluido una opción de automatización para evitar abrumar al jugador entre tantos microsistemas, seleccionando órdenes simples para centrar nuestros esfuerzos en otros menesteres. Pero además de poder jugar con las tres facciones romanas, tendremos acceso a las demás culturas para jugar en modalidad campaña, lo que consumirá centenares de horas si nuestro objetivo es disputar todas las contiendas. Por otro lado, como viene siendo habitual en la franquicia, reviviremos batallas históricas tal y como se recuerdan en los libros de historia, como la Batalla del Nilo, el Asedio de Cartago y la Batalla del bosque Teutoburgo, entre otros. Es un juego que no pude faltar si eres un amante de la estrategia y batallas brutales.
Posted March 8, 2015.
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