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Héroes del Blocao de la Muerte (Legion España) - Spain Military Army Special Ops Africa

El Blocao de la Muerte - Cuadro de Augusto Ferrer-Dalmau.
Song: "A los Caídos" - Céltica.

En las escarpadas laderas del monte Gurugú se alzaba el Blocao de la Muerte, una fortaleza primitiva conformada por sacos terreros, troncos dispuestos como defensa, un endeble tejado de chapa y alambradas que rodeaban la precaria estructura. Dar Hamed, lo llamaban, o "El Malo", por las condiciones infernales en las que sobrevivían quince o veinte legionarios que lo defendían.

Bajo el implacable asedio de cientos de moros y sometido al fuego cruzado de artillería y fusiles, el oficial al mando del minúsculo bastión solicitó ayuda a la guarnición de Melilla, que se encontraba gravemente desprotegida. Solo se les permitió a quince valientes legionarios partir en su rescate.

A pesar de las advertencias de que podrían no regresar con vida, insistieron en lanzarse en auxilio de sus camaradas. Partieron de Melilla y penetraron en el asediado blocao, rompiendo el cerco enemigo a bayoneta calada.

Defendieron la posición con coraje, entre los cuerpos sin vida y los heridos agonizantes que yacían allí. El agua y las municiones se agotaron, y el legionario de primera al mando, Suceso Terrero López, tomó la decisión. Los oficiales y suboficiales ya habían caído. Envió a un infante y a otro legionario en busca de auxilio.

A las tres de la madrugada, los rifeños colocaron un cañón a cien metros del blocao. El estruendo de la artillería resonó y despedazó la frágil fortificación, segando la vida de sus pocos defensores en un instante.

De los quince legionarios que habían acudido en socorro de sus compañeros, solo el mensajero que fue en busca de ayuda sobrevivió. El teniente coronel Millán Astray, fundador de la Legión, se dirigió a todos los legionarios en un discurso enérgico que reflejaba el espíritu y los valores de este cuerpo de élite de nuestro ejército, tan añorados en la sociedad actual.

Millán les arengó con pasión:
"Seguid el sendero que habéis elegido;
No olvidéis nuestro credo y enfrentad al enemigo, sin importar su poderío;
No abandonéis a vuestros caídos en el campo de batalla, incluso si eso significa perecer todos;
Amaos como hermanos;
Acudid al llamado de 'a mí, la Legión' para defender a quien os invoque;
Marchad incansables;
Jamás os quejéis;
Trabajad con fe, ayudando a todo aquel que pida auxilio a la Legión.
Afrontad el fuego con determinación, como lo hizo el cabo Terrero, junto a los quince inmortales..."

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ENGLISH TRANSLATION

On the slopes of Mount Gurugú stood the Blockhouse of Death, a primitive fortress made up of a few earth-filled sacks, logs serving as defenses, a tin roof, and wire fences surrounding the ramshackle structure. It was known as Dar Hamed, or "The Bad One," due to the terrible conditions in which the fifteen to twenty defending legionnaires lived there.

Besieged by hundreds of Moors and under the fire of artillery and rifles, the officer in command of that tiny fort called for help from the poorly defended garrison in Melilla. Only the departure of 15 legionnaires to assist was authorized.

They were warned that they might not return alive, but they insisted on setting out to aid their comrades. They left Melilla and entered the besieged blockhouse, breaking the Moorish encirclement with bayonets.

They defended the position fiercely among the dead and wounded who were there. Water and ammunition ran out, and the first-class legionnaire in command, as the officers and non-commissioned officers had already perished, Suceso Terrero López, sent an infantryman and a legionnaire to seek help.

At 3 AM, the Rifians positioned an artillery piece a hundred meters from the blockhouse. They opened fire and shattered the fortification, instantly killing its few defenders.

Of the fifteen legionnaires who had gone there to aid their comrades, only the one who had gone for help survived. Lieutenant Colonel Millán Astray, founder of the Legion, addressed all the legionnaires in an intense speech that spoke volumes of the spirit and values of this elite corps of our army, much missed in today's society.

Millán told them:
"Follow the path you have chosen;
Do not forget our creed, and always confront the enemy no matter how powerful;
Do not abandon the fallen on the battlefield until all have perished;
Love each other as brothers;
Respond to the call of 'a mí, la Legión' to defend whoever calls upon you;
March tirelessly;
Never complain;
Work with faith, assisting anyone who asks the Legion for help.
Face the fire, as Corporal Terrero did, with the fifteen immortals..."