Contiene spoilers


Fran Bow es indudablemente un juegazo.

El estilo artístico conquista de inmediato, es único y atractivo. Las perspectivas están escorzadas, de modo que incluso los objetos mundanos parecen extraños, y eso es antes de que Fran se trague una de las píldoras.

No estaba segura de cómo tratarían las enfermedades mentales y los tratamientos químicos en el juego como puerta a la comprensión y a las terribles maravillas, pero al cabo de unas horas se ha disipado ese pensamiento. Fran Bow trata sobre el dolor y sobre cómo aprender a procesar los sentimientos y los acontecimientos a tu alrededor. A medida que Fran desarrolla su capacidad para enfrentarse a sus miedos y mayores pesadillas en lugar de huir de ellos llega a definirla. Es capaz de enfrentarse a las criaturas del mismo modo que Alicia se deshace de La Reina Roja a través del Espejo. El "enemigo" de Fran no es su propia mente: es la muerte, y concretamente la muerte de sus padres, y es la muerte la que ella considera "la causa de todas las travesuras".

Lewis Carroll veía a la Reina Roja como "la esencia concentrada de todas las institutrices" y no como una "furia sin rumbo", como la Reina de Corazones del País de las Maravillas. La muerte, en Fran Bow, es una cosa de dientes, garras, huesos y sangre. O al menos así lo ve Fran. Sin embargo, tiene una notable capacidad de aprendizaje y no es lo mismo la Muerte del principio del juego que la de la mitad o la del final. No creo que alguna vez haya jugado a un juego que muestre de forma tan clara y convincente la adquisición de conocimientos y experiencia de un personaje, aquí no representada por el crecimiento de las estadísticas y los números, sino por el diálogo, la imagen y el texto que conforma los pensamientos de Fran. La obra de Carroll investiga los intentos de Alicia por afirmar y desafiar la lógica y las lecciones aprendidas, mientras que Fran Bow intenta comprender la muerte desde el punto de vista de una niña. El hecho de que tanto el personaje como el juego se nieguen a acobardarse ante lo inevitable permite todo tipo de encuentros lúdicos y esperanzadores. Fran llega a apreciar que lo que puede parecer monstruoso o indiferente puede ser simplemente parte del orden natural; aprende no sólo a aceptar sino a hacer que lo que inicialmente parece misterioso o insoportable forme parte de su propia vida imaginativa.

La historia tiene algunos cabos sueltos insatisfactorios, pero Natalia Figueroa e Isak Martinsson han utilizado los rasgos del horror psicológico y los terrores duraderos del trauma infantil para crear un juego que se sitúa al lado del País de las Maravillas y de Oz: imaginativo, extraño, inquietante, inteligente y cargado de un raro y hermoso sentido de la esperanza. Fran ve cosas muertas, incluso imágenes de su propio cuerpo separado limpiamente en paquetes o desfigurado de otra manera. Sin embargo, no se le resta nada: al aprender a lidiar con su dolor y su miedo, permite que ambos crezcan en lugar de eliminarlos. Al aceptarlos, los alimenta y los hace más fuertes. Lo que nos dice este juego es que el miedo suele estar mal dirigido. Si podemos controlarlo, podemos aplicarlo donde es necesario y hacer brillar una luz donde no hay.

Antes de continuar con mi opinión sobre ciertos personajes me gustaría hablar sobre el gusano mortífero.

Este gusano aparece en el capítulo 4 parte 1 dentro del cadáver de un alce. Es un gusano diminuto que va vestido, adorablemente, como una Parca en miniatura. Viene cuando morimos, para darse un festín con nosotros. Es la Muerte. Y es amistosa, amable, compasiva y servicial. Después de conocer al gusano, Fran pensará de vez en cuando en él, sobre todo cuando un cadáver especialmente grotesco le bloquea el paso o requiere un examen minucioso. A través del encuentro y la conversación, comprende la necesidad de la muerte y la decadencia, y el gusano es un mecanismo de supervivencia dirigido al horror del fracaso final del cuerpo. Eso, para mí, es el juego en pocas palabras.

Hay una impresionante e inspiradora resistencia detrás de nuestra pequeña protagonista. Siempre está dispuesta a perdonar si alguien le da una razón para hacerlo, pero cuando es agraviada, su indignación es capaz de hacer que incluso una persona de alto estatus se marchite de humildad y vergüenza. Incluso la propia Muerte se encoge ante ella a veces, pero no puede cambiarla ni impedirla, sólo puede amonestarla por su falta de cuidado y afecto. El gusano mortífero es ese cuidado y afecto hechos realidad.

Itward es presentado como un esqueleto con sombrero de copa del que todos los niños hablan. Aparece varias veces en sueños o en breves momentos donde ayuda a Fran. Pero hasta el capítulo 4 no lo conocemos de manera oficial. En la parte donde perseguimos el bote de pastillas y caemos en la trampa, Itward saca la cabeza. A la mayoría de personas en ese instante, se les pasa la idea de que este esqueleto de ojos amarillos y ropa fina sea malo. Luego de conocerlo lo ayudamos a arrancar el barco volador y después de algunos puzles nos dice que hay un conejo terrorífico con botas azules en una de las habitaciones. Ahí Fran se acerca al animal de peluche y le dice que no hay nada de qué preocuparse. Itward procede a llevarse al Sr. Medianoche y otra vez nos hace dudar de si realmente nos intenta ayudar a volver a casa. No contaré qué pasa después dado que ya he hecho bastante destripamiento de la escena. Itward es un personaje que me encantó tanto diseño como personalidad e historia. Él y Palontras son los que más me transmitieron ya que mostraron mucho cariño y aprecio por Fran desde el primer contacto (como Itward es el amigo "imaginario" de Fran desde hace tiempo me parece aún más tierno el hecho de que le haya ayudado en su aventura varias veces).

Palontras es el médico de la segunda realidad Ithersta. Es un simpático ajolote que reside en una isla flotante con un manantial de agua rosa que cura todo. Lo vemos en seis ocasiones incluyendo un dibujo y se sabe prácticamente nada de él. A lo largo de nuestra estancia en Ithersta podemos confirmar que Palontras ha sufrido mucho, pero repito; se sabe muy poco de él. Es uno de los personajes que me gustaría conocer más profundamente.

Y no puedo dejar esta reseña sin mencionar al pequeño gato y mejor amigo que acompaña en toda la historia a Fran tanto físicamente como en sus deseos.

El Sr. Medianoche es un gato de color oscuro como el carbón y leal a nuestra protagonista. Mantienen un vínculo inquebrantable desde que se conocieron. En la aventura podemos interactuar como él en varias veces y siempre buscará la forma de hacer feliz a su querida amiga (aunque tenga que robar ¬¬...).

Mi realidad favorita es sin duda Ithersta dado que es la menos caótica y problemática. Quisiera ver a Itward bailando con los zapatos del Gran Hechicero...

Fran Bow es uno de los juegos de terror psicológico más memorables y enternecedores que he jugado. He visto incontables gameplays de gente y lo he jugado tantas veces que cuando pude comprarlo, no dudé. Por supuesto que quiero un Fran Bow 2, pero creo que el final está mejor que nunca y por nada en el mundo lo cambiaría.