Este título es mi juego favorito de todos los tiempos, y aún más allá, en mi humilde opinión, es el mejor juego de la historia.

Sencillamente no hay otro juego que me haya hecho sentir lo mismo que Fallout: New Vegas me hizo sentir. Quizás no es el mejor juego en materia técnica, su gunplay se cae a pedazos (aunque hay ciertas cosas que de cualquier manera me gustaría mencionar más adelante), y en algunas partes se nota que le faltó tiempo de desarrollo, pero verdaderamente considero a NV como una obra maestra.

Comenzando por el lado del diseño, así, en general, tenemos un videojuego que sabe enganchar muy bien. Desde la posición del mapa y las rutas posibles hacia el Strip, hasta las armas especiales que simplemente andan dando vueltas por ahí, que te invitan a explorar edificios, locaciones en general, y, en resumen, todo lo que comprende el diseño de escenarios y el mapa. Es muy común querer ir al Strip directamente, ya que se ve el Lucky 38 (el edificio más importante del juego) desde el cementerio de Goodsprings, y encontrarte con Cazadores, Deathclaws, y otras criaturas terribles que te matan muy fácilmente en early game, y esto está, de hecho, pensado de esa manera, para generar una relación chocante, directa y profunda con el jugador, e indicarle que la ruta que estaba tomando no era la correcta. ¿A qué suena esto? ¡A tremenda obra maestra de mapa! Y es que no es la única ruta, en realidad hay varias alternativas, pero todo lo que se encuentra en el camino de ida hacia el Strip desde el sur por el este es tan interesante y cohesivo que hace que casi necesariamente tomes esa ruta. De cualquier modo, todo está a libre elección: la calidad de la obra no se ve particularmente comprometida por las decisiones que tomes a la hora de jugar, pues contemplaron cada una de las acciones que podés tomar (incluyendo matar a todos los personajes del juego). Es una obra maestra en el aspecto del diseño porque siempre hay landmarks que te llevan a lugares de interés, lugares con misiones increíblemente bien escritas (que próximamente vamos a estar abordando), siempre hay algo que encontrar y siempre hay sorpresas.

El estilo del juego es muy interesante, de por sí la saga Fallout se ha caracterizado muchísimo por su lore profundo e intenso, y este en especial no es una excepción, es más, es una expansión de todo lo visto en los anteriores juegos. Hay facciones nuevas que son cohesivas con el entorno en el que existen y la situación política del momento. Los diseños de los personajes son reconocibles e icónicos, desde Mr. House con todo el misterio que tiene detrás, hasta César, con una filosofía ciertamente debatible y profunda, pasando por personajes más o menos secundarios como El Rey o Julie Farkas, que tampoco se quedan precisamente atrás. El estilo del juego es increíble porque mezcla elementos de Fallout, con un setting western, con casinos y juegos de apuestas, sumado al increíble repertorio de música que eligieron para la radio. Es un juego que si bien se quedó muy atrás en materia técnica tiene muchísima alma y corazón, pues se esfuerza por mantener una línea estética consistente y lo consigue con creces. No tiene los mejores gráficos, pero artísticamente es una mejora de Fallout 3. Más allá de todo lo mencionado, el sentido del humor del juego, los divertidos diálogos que se pueden entablar con un repertorio amplísimo de personajes, te hacen sentir realmente dentro de un mundo que, por momentos, parece de verdad existir.

Por el lado de la escritura del guión, estamos ante una obra maestra sin duda alguna. Los diálogos son tan profundos que inclusive se puede mantener un debate sensato y estricto con varios personajes del juego. Creo que es uno de los pocos juegos de narrativa no lineal que han llegado a semejante nivel de calidad, dándole espacio al jugador a elegir, sinceramente, su propia aventura y desarrollo. Cada opción que pienses está pensada para responder en los diálogos, cada decisión que puedas tomar durante la aventura está contemplada. ¿Asesinar a un personaje importante de la Legión de César? No importa, las cosas siguen, pero ahora sin ese personaje. Está todo tan bien pensado y previsto que es virtualmente imposible softlockear el juego por haber matado a un personaje importante, ya que ningún personaje es lo suficientemente importante como para no poder morir, así como en la vida misma. Quizás suena descabellado, pero creo que las fricciones políticas de New Vegas y todo lo que pasa dentro del juego es un fiel reflejo de nuestra realidad, con sus matices, con su moralidad gris, con sus héroes y anti héroes. Cada personaje tiene una vida, una personalidad creíble y una ideología, con convicciones. Como todas las personas. La vida, por cierto, está perfectamente justificada, si en un sitio hay estabilidad es porque hay gente que se dedica a una actividad económica, sea agricultura, ganadería, comercio de caravanas, trabajos más relacionados a la chatarra y a la tecnología, etc. No hay ningún personaje o facción que no deba estar ahí, todos cumplen un papel muy determinado y hacen que las cosas en el Mojave se muevan, al contrario que otros juegos de la franquicia donde el mundo está completamente en ruinas y si no fuera por el jugador no estaría pasando absolutamente nada. La tensión por la Segunda Batalla por la Presa Hoover se siente en el aire, y también se siente narrativamente.

Hace unas líneas dije que iba a hablar del gunplay más en profundidad, y es que es cierto que es uno de los mayores problemas del juego, pero sus armas siguen cierta línea estética, siguen cierta lógica, y se pueden modificar: un punto muy a favor de este juego, que agregó una mecánica totalmente nueva, muy pedida para su predecesor. La sensación de disparar puede que sea inclusive mala, pero creo que todo lo que mueve al juego, todo lo que significa, es demasiado increíble y hace que el tema del gunplay se convierta en una nimiedad. Por otro lado, los diálogos, al tener cierta repercusión real en el mundo se sienten como parte de la narrativa que estás creando, se siente como si de verdad estuvieras hablando con una persona real. Considero que en materia jugable es increíblemente superior al 3 y al 4, todos los perks planos y aburridos del 3 ya no están, y se eliminaron las stats de armas pequeñas y armas grandes, para unificarlas en un solo stat de una sola vez. Estas mejoras de calidad de vida están muy bien pensadas, y dan lugar a una partida mucho más viva y efectivamente, más divertida. Además, el añadido del modo difícil es un puntazo, pues añade mucha profundidad al gameplay y hace que tengamos que pensar mucho más en nuestro equipamiento, de hecho incluso recomiendo el mod de J.E. Sawyer, me parece la mejor forma de jugarlo: es un mod creado por el director del juego que corrige bugs, agrega más dificultad y balancea algunas cosas como el karma. Los DLCs y sus mensajes me dejaron con la boca abierta, especialmente Old World Blues y Lonesome Road (aunque todos son DLCs muy destacables en sus propios apartados), recomiendo encarecidamente jugarlo con los cuatro DLCs.

En general, me parece un juego *INCREÍBLE* con todas las letras.

10/10

Este título es mi juego favorito de todos los tiempos, y aún más allá, en mi humilde opinión, es el mejor juego de la historia. Sencillamente no hay otro juego que me haya hecho sentir lo mismo que Fallout: New Vegas me hizo sentir. Quizás no es el mejor juego en materia técnica, su gunplay se cae a pedazos (aunque hay ciertas cosas que de cualquier manera me gustaría mencionar más adelante), y en algunas partes se nota que le faltó tiempo de desarrollo, pero verdaderamente considero a NV como una obra maestra. Comenzando por el lado del diseño, así, en general, tenemos un videojuego que sabe enganchar muy bien. Desde la posición del mapa y las rutas posibles hacia el Strip, hasta las armas especiales que simplemente andan dando vueltas por ahí, que te invitan a explorar edificios, locaciones en general, y, en resumen, todo lo que comprende el diseño de escenarios y el mapa. Es muy común querer ir al Strip directamente, ya que se ve el Lucky 38 (el edificio más importante del juego) desde el cementerio de Goodsprings, y encontrarte con Cazadores, Deathclaws, y otras criaturas terribles que te matan muy fácilmente en early game, y esto está, de hecho, pensado de esa manera, para generar una relación chocante, directa y profunda con el jugador, e indicarle que la ruta que estaba tomando no era la correcta. ¿A qué suena esto? ¡A tremenda obra maestra de mapa! Y es que no es la única ruta, en realidad hay varias alternativas, pero todo lo que se encuentra en el camino de ida hacia el Strip desde el sur por el este es tan interesante y cohesivo que hace que casi necesariamente tomes esa ruta. De cualquier modo, todo está a libre elección: la calidad de la obra no se ve particularmente comprometida por las decisiones que tomes a la hora de jugar, pues contemplaron cada una de las acciones que podés tomar (incluyendo matar a todos los personajes del juego). Es una obra maestra en el aspecto del diseño porque siempre hay landmarks que te llevan a lugares de interés, lugares con misiones increíblemente bien escritas (que próximamente vamos a estar abordando), siempre hay algo que encontrar y siempre hay sorpresas. El estilo del juego es muy interesante, de por sí la saga Fallout se ha caracterizado muchísimo por su lore profundo e intenso, y este en especial no es una excepción, es más, es una expansión de todo lo visto en los anteriores juegos. Hay facciones nuevas que son cohesivas con el entorno en el que existen y la situación política del momento. Los diseños de los personajes son reconocibles e icónicos, desde Mr. House con todo el misterio que tiene detrás, hasta César, con una filosofía ciertamente debatible y profunda, pasando por personajes más o menos secundarios como El Rey o Julie Farkas, que tampoco se quedan precisamente atrás. El estilo del juego es increíble porque mezcla elementos de Fallout, con un setting western, con casinos y juegos de apuestas, sumado al increíble repertorio de música que eligieron para la radio. Es un juego que si bien se quedó muy atrás en materia técnica tiene muchísima alma y corazón, pues se esfuerza por mantener una línea estética consistente y lo consigue con creces. No tiene los mejores gráficos, pero artísticamente es una mejora de Fallout 3. Más allá de todo lo mencionado, el sentido del humor del juego, los divertidos diálogos que se pueden entablar con un repertorio amplísimo de personajes, te hacen sentir realmente dentro de un mundo que, por momentos, parece de verdad existir. Por el lado de la escritura del guión, estamos ante una obra maestra sin duda alguna. Los diálogos son tan profundos que inclusive se puede mantener un debate sensato y estricto con varios personajes del juego. Creo que es uno de los pocos juegos de narrativa no lineal que han llegado a semejante nivel de calidad, dándole espacio al jugador a elegir, sinceramente, su propia aventura y desarrollo. Cada opción que pienses está pensada para responder en los diálogos, cada decisión que puedas tomar durante la aventura está contemplada. ¿Asesinar a un personaje importante de la Legión de César? No importa, las cosas siguen, pero ahora sin ese personaje. Está todo tan bien pensado y previsto que es virtualmente imposible softlockear el juego por haber matado a un personaje importante, ya que ningún personaje es lo suficientemente importante como para no poder morir, así como en la vida misma. Quizás suena descabellado, pero creo que las fricciones políticas de New Vegas y todo lo que pasa dentro del juego es un fiel reflejo de nuestra realidad, con sus matices, con su moralidad gris, con sus héroes y anti héroes. Cada personaje tiene una vida, una personalidad creíble y una ideología, con convicciones. Como todas las personas. La vida, por cierto, está perfectamente justificada, si en un sitio hay estabilidad es porque hay gente que se dedica a una actividad económica, sea agricultura, ganadería, comercio de caravanas, trabajos más relacionados a la chatarra y a la tecnología, etc. No hay ningún personaje o facción que no deba estar ahí, todos cumplen un papel muy determinado y hacen que las cosas en el Mojave se muevan, al contrario que otros juegos de la franquicia donde el mundo está completamente en ruinas y si no fuera por el jugador no estaría pasando absolutamente nada. La tensión por la Segunda Batalla por la Presa Hoover se siente en el aire, y también se siente narrativamente. Hace unas líneas dije que iba a hablar del gunplay más en profundidad, y es que es cierto que es uno de los mayores problemas del juego, pero sus armas siguen cierta línea estética, siguen cierta lógica, y se pueden modificar: un punto muy a favor de este juego, que agregó una mecánica totalmente nueva, muy pedida para su predecesor. La sensación de disparar puede que sea inclusive mala, pero creo que todo lo que mueve al juego, todo lo que significa, es demasiado increíble y hace que el tema del gunplay se convierta en una nimiedad. Por otro lado, los diálogos, al tener cierta repercusión real en el mundo se sienten como parte de la narrativa que estás creando, se siente como si de verdad estuvieras hablando con una persona real. Considero que en materia jugable es increíblemente superior al 3 y al 4, todos los perks planos y aburridos del 3 ya no están, y se eliminaron las stats de armas pequeñas y armas grandes, para unificarlas en un solo stat de una sola vez. Estas mejoras de calidad de vida están muy bien pensadas, y dan lugar a una partida mucho más viva y efectivamente, más divertida. Además, el añadido del modo difícil es un puntazo, pues añade mucha profundidad al gameplay y hace que tengamos que pensar mucho más en nuestro equipamiento, de hecho incluso recomiendo el mod de J.E. Sawyer, me parece la mejor forma de jugarlo: es un mod creado por el director del juego que corrige bugs, agrega más dificultad y balancea algunas cosas como el karma. Los DLCs y sus mensajes me dejaron con la boca abierta, especialmente Old World Blues y Lonesome Road (aunque todos son DLCs muy destacables en sus propios apartados), recomiendo encarecidamente jugarlo con los cuatro DLCs. En general, me parece un juego *INCREÍBLE* con todas las letras. 10/10