Además de ser una carta de amor a los FPS del pasado, es también un juego sólido, lleno de sorpresas y excelentemente diseñado. Los niveles son memorables y variados, los enemigos ofrecen un buen desafío y la banda sonora es increíble. Muy recomendable, no solo para fans de Blood o Quake que busquen algo nostálgico, si no también para cualquiera que quiera un shooter rápido, frenético, atmosférico e inolvidable.

Además de ser una carta de amor a los FPS del pasado, es también un juego sólido, lleno de sorpresas y excelentemente diseñado. Los niveles son memorables y variados, los enemigos ofrecen un buen desafío y la banda sonora es increíble. Muy recomendable, no solo para fans de Blood o Quake que busquen algo nostálgico, si no también para cualquiera que quiera un shooter rápido, frenético, atmosférico e inolvidable.