Presenta bastantes novedades respecto de sus antecesores, vale totalmente la pena sorprenderse montando animales con habilidades propias, ofreciendo empleos más variados y descubriendo especialistas con habilidades interesantes como el panadero o la granjera. Además, se amplió la gama de recursos: ahora además de monedas habrá diamantes, piedra y acero, cada cual con un modo de obtener y una finalidad diferente.

Contiene varios modos especiales, pero yo sólo jugué al principal; con esto me bastó, pues es adictivo pero consume mucho tiempo. Jugarlo sin guías, a ensayo y error, enriquece mucho la experiencia, pues el juego premia la exploración y la experimentación; no todo está a la vista, las indicaciones escritas son escasas pero la simpleza del control contribuye a desentrañar más fácil los secretos.

El único contra que encontré es que a ratos hay glitches que estropean la experiencia de juego: no dejes el pan servido en tu ausencia de la isla o tu base se podría repletar de reclutas cesantes al punto de romper el juego; a veces las hadas aparecen sin razón para darte mal una instrucción.