Steam telepítése
belépés
|
nyelv
简体中文 (egyszerűsített kínai)
繁體中文 (hagyományos kínai)
日本語 (japán)
한국어 (koreai)
ไทย (thai)
Български (bolgár)
Čeština (cseh)
Dansk (dán)
Deutsch (német)
English (angol)
Español - España (spanyolországi spanyol)
Español - Latinoamérica (latin-amerikai spanyol)
Ελληνικά (görög)
Français (francia)
Italiano (olasz)
Bahasa Indonesia (indonéz)
Nederlands (holland)
Norsk (norvég)
Polski (lengyel)
Português (portugáliai portugál)
Português - Brasil (brazíliai portugál)
Română (román)
Русский (orosz)
Suomi (finn)
Svenska (svéd)
Türkçe (török)
Tiếng Việt (vietnámi)
Українська (ukrán)
Fordítási probléma jelentése
Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.
Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.
Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día.
Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas.
E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así.
Y llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo.
Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así.
Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno.