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Si puedes mantener la cabeza en su sitio cuando todos a tu alrededor
la pierden y te culpan a ti.
Si puedes seguir creyendo en ti mismo cuando todos dudan de ti,
pero también toleras que tengan dudas.
Si puedes esperar y no cansarte de la espera;
o si, siendo engañado, no respondes con engaños,
o si, siendo odiado, no incurres en el odio.
Y aun así no te las das de bueno ni de sabio.
Si puedes soñar sin que los sueños te dominen;
Si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo;
Si puedes encontrarte con el Triunfo y el Desastre,
y tratar a esos dos impostores de la misma manera.
Si puedes soportar oír la verdad que has dicho,
tergiversada por villanos para engañar a los necios.
O ver cómo se destruye todo aquello por lo que has dado la vida,
y remangarte para reconstruirlo con herramientas desgastadas.
y arriesgarlas a una sola jugada;
y perder, y empezar de nuevo desde el principio
y nunca decir ni una palabra sobre tu pérdida.
Si puedes forzar tu corazón, y tus nervios y tendones,
a cumplir con tus objetivos mucho después de que estén agotados,
y así resistir cuando ya no te queda nada
salvo la Voluntad, que les dice: «¡Resistid!».
Si puedes hablar a las masas y conservar tu virtud.
O caminar junto a reyes, sin menospreciar por ello a la gente común.
Si ni amigos ni enemigos pueden herirte.
Si todos pueden contar contigo, pero ninguno demasiado.
Si puedes llenar el implacable minuto,
con sesenta segundos de diligente labor
Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,
y —lo que es más—: ¡serás un Hombre, hijo mío!
El hombre no sabe nada, cree que sabe porque tiene computadoras costosas, máquinas complejas y pornografía gratuita, mas no sabe nada.
El hombre no sabe nada, no sabe qué se le dió al hombre, para qué vive el hombre ni de lo que viven los hombres.
Solo la soberbia y el culto a las 'instituciones' que él mismo ha creado, como ha creado tantas cosas perversas a su imagen y semejanza
El hombre, sin saber nada, anhela jugar a ser Dios, y así se quema con su propia pirotecnia...
El hombre por su instinto natural reniega de su condición civilizada y civilizadora y se conduce por caminos oscuros y estrechos en búsqueda del culto al cuerpo o del capital. Yo espero, en mi espacio existente irrelevante, que mi conducta sea fuerte y mi carácter viril y ascético, de forma que la serpiente no me cubra con su manto funesto ni me perjudique a mí mismo en caminos incorrectos
Mi única aspiración, más allá de no ser un hombre tan perverso, es poder trascender. Pues nada en este mundo es relevante ni debería ser lo suficiente para que se sustituya la materialización de la vida eterna prometida y aspirada, donde lo más bello será realidad y el sufrimiento de toda la historia cesará.