Arrastras tus pies por el desierto de sal. Has pasado dos noches perdido , vagando sin rumbo con la intención de buscar algo de agua que llevarte a los labios. Dos noches intentando averiguar que es ese extraño artefacto que encontraste en aquella cueva de hace dos días, ese extraño tubo que una pequeña criatura utilizó contra ti, atizandote como si de una porra se tratase.

Mientras divagas intentando ignorar la sed comienzas a vislumbrar unas unas ruinas semienterradas entre la sal del desierto. Posiblemente un edificio de una ciudad cuyo nombre se ha perdido en el tiempo. Con un suspiro recargas los dos últimos cartuchos que te quedan de un rudimentario revolver de cromo y te vas acercando poco a poco a la estructura, temeroso de encontrarte con esas serpientes aladas que escupen fuego de las que has conseguido escapar por los pelos hace unos minutos. Encuentras algo parecido a una puerta. Accedes al interior y de repente 3 bandidos ataviados con extraños trajes negros y túnicas blancas como la arena te reciben.

El primero intenta dispararte con un extraño fusil, pero por suerte falla, el segundo y el tercero se acercan a ti blandiendo un kris de hueso y un hacha respectivamente.

Gastas tus dos últimas balas en el enemigo del fusil, con la esperanza de eliminarlo cuanto antes. Aciertas el primer disparo, pero el segundo falla y golpea la pared.

Desesperado, tu mente se enlaza con la del fusilero. Con furia desmedida, tu asalto mental comienza a drenar su vitalidad. Oleadas de energía psíquica hacen que su cabeza palpite hasta que de repente y sin previo aviso estalla como una granada.

Sin inmutarse, uno de sus compañeros consigue acercarse lo suficiente a ti como para asestarte un tajo con el cuchillo de hueso. Tus manos comienzan a emitir una neblina, y tras entrar en contacto con el bandido del kris, lo congela súbitamente.

Su compañero se acerca a ti con intención homicida y blandiendo el hacha con furia desmedida.

Con pocos recursos más a tu alcance y desesperado... Decides activar aquel extraño tubo, jugándotela a todo o nada.
De repente, ese extraño tubo emite una hoja de luz candente. Sin embargo, apenas has encendido el artilugio y antes de que puedas siquiera entender su utilidad, el enemigo del hacha te propina un tajo sobre el brazo derecho con tanta fuerza que lo separa literalmente del resto de tu cuerpo, cayendo el artilugio con él y apagándose al instante. Con un grito de dolor retrocedes un paso hacia atrás y haces uso de tu ultima carta. Tras mirar fijamente a los ojos del bandido, caes desplomado al suelo, inconsciente.


De repente el bandido se detiene. ¿Se mira las manos?.

No... eres tu quien se mira las manos. Observas casi con lástima la escena. Tu cuerpo inconsciente, desangrándose sobre la sal...

Observarlo a través de los ojos de otro resulta casi poético. Pocas veces tienes la oportunidad de observarte con tanto detalle, Pero sabes que no te queda mucho tiempo. Con el hacha en la mano, asestas un golpe letal al bandido congelado, mientras te observa temeroso y confundido, sin comprender por qué su aliado ha decidido acabar con él, muriendo con esa pregunta en la mente.

Un segundo después, recoges la espada de energía del brazo cercenado y acto seguido, la enciendes y te apuñalas a tí mismo con ella. La conexión se rompe y despiertas... de nuevo te falta un brazo. Ante tí , el bandido del hacha observa estupefacto cómo una espada de energía le atraviesa el pecho, preguntándose en qué momento has conseguido atacarle. Un segundo después cae fulminado.

Tembloroso por la pérdida de sangre extraes de tu mochila con el brazo que te queda un extraño vial con un líquido de colores vivos y te lo inyectas.

Unos segundos más tarde notas una extraña sensación. Tu brazo derecho brota de la herida y la hemorragia se corta. A duras penas te pones en pie , debilitado y tras recoger la espada de energía procedes a rebuscar entre los cadáveres y descubres que el tirador portaba un destiltraje y para tu sorpresa, está repleto de agua.

Te equipas el destiltraje y te sacias con su agua, obtienes el fusil y la munición de las tibias manos del tirador, deshaciéndote de tu antiguo y oxidado revólver.

Tras andar un rato más por el desierto, te cruzas con un comerciante nómada, un caminante de las dunas de sal. Tras cambiarle algo de chatarra por algunos drams de agua, te explica dónde te encuentras y te muestra el camino hacia la ciudad más próxima.

No te habías dado cuenta, pero subiste de nivel. Es el 4º nivel que obtienes y decides emplear tus puntos para obtener una mutación nueva. De repente unas alas brotan de tu espalda y emprendes el vuelo hacia el asentamiento.



¿Te ha gustado? Pues ni te imaginas la cantidad de cosas alucinantes que puedes hacer. Si no te molesta el apartado gráfico, encontrarás en Caves Of Qud horas y horas de entretenimiento, experimentación, exploración y combates excitantes.

Sé un mutante con seis brazos y una pistola en cada uno.

Conviértete en un psíquico todopoderoso capaz de alterar sus atributos a voluntad con la mente mientras huyes de otros psíquicos que buscan alimentarse de tu esencia mental.

Obtén un vial de sustancia clonadora, viértelo sobre ti mismo, convéncete para que te acompañe y vaga por las junglas y ruinas antiguas de Qud acompañado por ti mismo.

Escapa de hordas de humanos puristas que buscan exterminar a los mutantes de tu calaña, o alíate con ellos siendo tu mismo un aristócrata humano purasangre cyborg tochisimo.

Pinta un muro, usa un "spray a brain" sobre él y conviertelo en un ser vivo.

Explora y descubre la historia de los sultanes y trasciende lo material.



Hay mil cosas más por hacer. Descubre Qud.

Llegados a este punto en mi vida, puedo decir casi que lo he visto todo al menos en lo que la comunidad gamer puede ofrecer. Pocas cosas me sorprenden. De cuando en cuando rejuegas algún título para quitarte el mono de tener esa sensación de libertad en un título y acabas hasta arriba de mods 2 horas después de haberlo empezado de nuevo y dos días después desinstalas todos esos gigas pensando que has perdido el tiempo.

En una de esas búsquedas de alguna joya oculta para echar un rato encontré este diamante en bruto al que le he perdido la cuenta de horas que he echado.

¿Por qué?

Déjame presentarte Kenshi:

¿Te mola la temática: "mundos post-apocalipticos"?

-Kenshi te cuenta gotita a gotita la historia de un mundo post-post-apocaliptico, si señores, 2 apocalipsis uno detrás de otro y la vida sigue. Ambientado en una época feudal retrofuturista , rebusca entre las ruinas infestadas de monstruosidades mecánicas de tiempos olvidados para obtener tecnologías de tiempos ancestrales, esquiva hordas de caníbales, fanáticos religiosos que intentan lavarte el cerebro, comercia con objetos robados, huye de los esclavistas, o si no lo consigues, conviértete en esclavo y busca la forma de escapar, nada en charcos de ácido y lucha para tener algo en el estómago a diario o hazte amigo de un robot con depresión y róbale para hacer trueque por comida.

¿Te molan los mundos abiertos?

Kenshi da vértigo. El mapa es enorme y está lleno de vida y cosas por hacer si tienes algo de inquietudes, el juego no te frena de ninguna manera. ¿Quieres plantarte en la esquina del mapa en una zona llena de caníbales a kilómetros de tu chabola hecha de chatarra armado con un tubo de hierro y unos harapos?, allá tu. El juego premia la exploración y te da las herramientas necesarias para plantarte de un punto A a un punto B, tus piernas y tu ingenio hacen el resto.

¿Te mola Mad Max?

Te vas a hartar de desierto, de llaneros solitarios, de bandidos macarras y peña que te va a intentar machacar sólo por existir, pero si tienes lo que hay que tener domarás el desierto, y de paso los pantanos, la selva, las tierras de hierro...

¿Te mola el rollo Fallout?

No hay radiación pero hay lluvia ácida, satélites ancestrales que arañan el desierto con rayos láser gigantes, lucha contra robots, fauna peligrosa, hombres insecto, saquea, investiga, influye en tu entorno y observa cómo secuestrar a aquel noble ricachón junto a tu escuadrilla de muertos de hambre hace que a la semana siguiente una tropa de samuráis cabreados se pasen por tu casa a preguntarte donde te gustaría que te enterrasen. El sistema de daños a partes del cuerpo hará que te sientas como en casa. Nada como arrastrarte por el desierto con una pierna menos para enseñarte a valorar lo que se tiene... O no, róbale un miembro robótico a un vendedor ambulante y conviertete en un cyborg.

¿Te molan los RPG?

El nivel de personalización del personaje no está nada mal. Puedes crearte un personaje a tu gusto editando su aspecto, su raza (hay varias razas para elegir cada una con puntos buenos y malos),recluta una escuadrilla de acompañantes y marcarte un rollo héroe de leyenda eliminando a todos los jefes finales y encontrando las armas legendarias dispersas por el mundo. Tu personaje va a llevar hostias por un tubo, pero no te preocupes. Eso es bueno. Después de todo tendrás que endurecerte para enfrentarte a todo lo que te lanza kenshi, tu personaje pasará de desmayarse por una colleja a continuar luchando a pesar de acabar de perder un brazo, total, si lo perdiste es que no lo necesitabas.

¿Te molan los juegos de Estrategia en tiempo real?

Crea tu base, manda expediciones de personajes a rebuscar, comprar, vender, comerciar, paga tributo al dueño de las tierras en las que has construido, pasa de él y enfréntate, o vuélvete totalmente independiente, construyendo una base en una montaña, con agricultura hidropónica, conviértete en un maestro artesano de armas y armaduras y monta tu ejercito de samuráis biónicos para defender tu fortaleza de los mirones, crea un templo de monjes expertos en artes marciales que parten en dos a un tipo con armadura, produce biocombustibles y oblígate a decidir entre electricidad o hambre. Lidera una escuadrilla para invadir una ciudad y acabar con un caudillo. De verdad, haz lo que quieras, el juego te anima a ello. Pero eso sí. "Si vis pacem para bellum", prepárate para las represalias.

En resumen: Kenshi es una experiencia completa, un juego profundo y lleno de matices en el que bucear y perderse. Es un juego difícil que premia la inteligencia y la osadía y en definitiva, es uno de esos juegos que tienen todo aquello que puedas pedir, ¿Recuerdas todas esas veces que pensaste : "Este juego sería mejor si..." , "No está mal pero..." al encontrar un juego que parecía que cumplía con lo que buscabas y al final no era todo lo que esperabas? Kenshi no es uno de esos juegos.