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Un fantástico plataformas 3D, con un humor y un arte bastante gamberro, que hará las delicias de los amantes de los plataformas. Se notan muchas influencias de otros grandes del género, como A Hat in Time, Yooka-Laylee y, por supuesto, a Mario (incluso hay algunos guiños ocultos por el mundo a estos juegos).

Tu misión es la de recoger ingredientes para preparar la tarta de cumpleaños de Satán y para ello necesitarás visitar diversos mundos y sortear sus obstáculos. Para ello, contamos con la ayuda de nuestro amado querubín Nugget, el cual nos permitirá balancearnos para desplazarnos de una forma más ágil por el mapa.

El juego no es excesivamente largo, existiendo 4 mundos que poder explorar, cada uno acompañado de múltiples coleccionables y con subniveles que actúan a modo de mazmorra.

En cuanto a la dificultad, el juego es bastante permisivo, existiendo múltiples puntos de control a lo largo de los mapas (los cuales también te servirán de teletransporte) y la dificultad es más bien tirando a bajo si estás acostumbrado a este tipo de género. No obstante, la experiencia no es para nada aburrida, siendo un juego que divierte por el manejo tan bueno del personaje. La cámara 3D, normalmente el punto flojo de este tipo de juegos, no es de las peores, aunque a veces te puede llegar a jugar una mala pasada en algún salto.

También contamos con la posibilidad de ir evolucionando a nuestro protagonista, desbloqueando mejoras en los cuernos que nos permitirán acceder a zonas que de primeras resultaban imposibles, lo que nos hará darle una segunda vuelta a cada mundo a posteriori para recolectar esos coleccionables restantes.

El juego se encuentra perfectamente localizado al castellano en sus textos, textos que más de una sonrisa te sacarán por lo ocurrentes de algunos de sus comentarios.

Como punto negativo, he echado un falta alguna ayuda extra para recoger esos últimos coleccionables del post-game bien escondidos (algún pequeño radar que fuese pitando en base a si te estás acercando a alguno, por ejemplo), ya que la amplitud de los niveles principales te hace acabar recurriendo a guías externas. Tampoco ayuda que las gemas, moneda principal para comprar atuendos, se regeneran cada vez que cargas la pantalla, ya que es algo que se podría usar a modo de seguimiento para saber qué zonas has inspeccionado y cuáles no, supliendo esa falta de radar en la fase de limpieza final del juego.

Un imprescindible en tu biblioteca.

Una sorpresa en todos los sentidos. Una historia entretenida, localizado perfectamente al castellano con un doblaje en inglés bastante bueno y un combate que, aún pecando de ser bastante simple en algunos puntos, es muy disfrutón y divertido.

La historia permite definir tu personalidad, tomando decisiones en eventos determinantes que cambian el cómo afrontar algunas fases y modifican la forma de resolver estos conflictos, por lo que la rejugabilidad es un punto a favor. Y si no quieres volverte a jugar todo el juego entero para contemplar esas variaciones, el juego te crea un guardado exacto en el momento de tomar la decisión para que lo puedas cargar más adelante (incluso una vez acabado el juego) y volver a jugar esa fase con un destino diferente.

Retomando el tema del combate, es fácil de aprender y a los pocos minutos de comenzar ya estarás alternando entre los dos modos o elementos (cuerpo a cuerpo o a distancia) sin problema alguno. Eso sí, están un poco descompensados los dos modos y creo que el combate a distancia es el que más vas a usar, porque es el que te permite lidiar con las luchas sin apenas recibir un rasguño, mientas que con el combate cuerpo a cuerpo más de un susto te puedes llevar. El tema de las runas, pequeños añadidos para aumentar el daño, la salud, el crítico..., tampoco tiene mucho misterio ni se le ha dado mayor profundidad al asunto. Es una pena, porque con la posibilidad que hay de recolectar algunos materiales podría haber sido un buen punto el poder mejorarlas de alguna forma.

El mapa es correcto y se divide en diferentes mundos por los que vas avanzando. El tamaño de cada mundo, ni muy grande ni muy pequeño, lo encuentro ideal para el tipo de juego en el que estamos, eso sí, con pocas variaciones ni amplitudes, teniendo únicamente pequeños desvíos para abrir algún cofre, recoger algún material, que pueden esconder algún encuentro con enemigos fuera de la ruta principal, pero nada destacable.

Como algo a señalar, es que no hay selector de dificultad al uso, si no más bien una opción, que puedes modificar cuando te apetezca, que modifica el daño que haces a los enemigos en base al elemento que usas para atacar y el elemento propio del enemigo (100%, 50% [predeterminado] o 0% de daño al elemento opuesto), que equivaldría a un modo fácil, normal o difícil de toda la vida.

La música, el estilo artístico y el guión, sin ser una obra maestra, combinan muy bien, y junto a lo descrito en apartados anteriores, hace que tengas esa sensación de no querer despegarte del mando.

En definitiva, un juego que, sin tener mucho renombre, te va a hacer pasar un buen fin de semana gracias a todo lo que propone.

Un juego bonito, con una historia que puede llegar a entretener por la forma en la que se va contando, pero que es tremendamente aburrido en lo principal que debe tener un videojuego, la jugabilidad. 4 horas de ir andando hacia un lado, sin más opción que ir saltando de vez en cuando, con puzzles tan complejos como mover una caja 5 pasos hacia un lado para agarrarte a un saliente. Decepcionante.

Minute of Islands tiende más a ser un walking simulator que un juego de plataformas o puzzles, como mal se etiqueta, pero, además, es que es un walking simulator de los aburridos, de los que te fuerzas a acabarlo y se acaba haciendo largo, a pesar de durar poco más de 4 horas. Un juego leeeeento, no por el propio manejo del personaje o la torpeza del 'plataformeo', si no que cada cinemática (si se puede llamar así a cuando pierdes el control del personaje para mostrarte algún detalle concreto, algo que es bastante frecuente) se vuelve tediosa e interminable. A esa lentitud general, añádele una repetición de mecánicas extrema, obteniendo un producto pobre y sin sustancia.

La única virtud de Minute of Islands es el apartado artístico, ya que el dibujado a mano es lo único bueno que se podría destacar. La historia no consigue hacerse valer y tampoco consigue trasladar las emociones al jugador. Por su parte, el apartado sonoro, sin ser malo, tampoco destaca.

Algo con lo que se cuenta para darle dinamismo a la aventura son una serie de coleccionables o 'recuerdos' que puedes ir recogiendo durante la travesía para conocer un poco más del transfondo del personaje o del mundo, aunque no diría que aporten mucho al conjunto. Además, si eres de esas personas coleccionistas, ten cuidado con dejarte alguno por el camino, ya que no hay opción de rejugar capítulos sueltos al finalizar la aventura, teniendo que volver a jugar desde el principio para poder recoger lo que hayas dejado por el camino (y dudo mucho que quedes con ganas de eso al acabar...).

En definitiva, Minute of Islands podría llegar a ser un buen cómic, incluso una buena película interactiva si se lo propusiera, pero, sin lugar a duda, no es un buen videojuego.

El juego empieza bien, el concepto de usar la voz como parte del juego es novedoso y eso llama la atención, pero rápidamente se pierde esa sensación inicial y comienza el aburrimiento.

El reconocimiento de voz, fundamental en muchas fases, no es del todo preciso, sufriendo de un pequeño "lag" y reconociendo unas décimas de segundo más tarde el cambio en la nota que estás emitiendo, lo que hace que las secciones con variaciones grandes se vuelvan tediosas, teniendo que repetirlas una y otra vez... Y como tengas un rango vocal corto, lo vas a pasar canutas en algunas partes.

Algunos puzzles son curiosos la primera vez que te los presentan, pero el juego cae en repetirse en exceso, teniendo que hacer los mismos puzzles una y otra vez con ligeras variaciones.

La historia y los personajes tampoco tienen ese carisma que haga encariñarte de ellos, acaban dándote igual, la verdad.

Es una pena, pero sólo lo recomendaría si lo pillas en un bundle barato por probar la novedad de usar la voz como elemento del juego, pero aún así te adelanto que he estado más tiempo pensando "cuándo se acabará" que disfrutando de esta jugabilidad.

Una pena tener que ponerle un negativo, pero tiene una serie de problemas demasiado grandes como para valorarlo positivamente.

El juego se trata del típico plataformas 3D con el que crecimos muchos. Saltas, recoges coleccionables, te encargas de algunos bichos por el medio para hacer más llevadero el viaje, etc. Normalmente, este tipo de juegos, se centran en hacer la mecánica del plataformeo divertida, con coleccionables algo escondidos para que tengas que buscar en cada rincón o con algunos saltos algo más 'complejos' para poder conseguirlo. Sin embargo, este juego falla hasta en lo más básico.

Primer punto negativo, la cámara. Es un desastre y creo que se estudiará en la carrera de diseño de videojuegos como ejemplo de cómo no hacer una cámara para un juego de plataformas. Tiene un seguimiento semi-automático que hace que sea casi inmanejable, molesta y hace más impreciso el movimiento del personaje, llegando a ser molesto hasta para la vista tras un rato jugando. Olvídate de utilizar la cámara para revisar los rincones en busca de coleccionables, es una batalla perdida.

Segundo punto negativo, los bugs. Cuando llegaron los créditos leí el nombre de la gente que intervino en el desarrollo del juego esperando no encontrarme un apartado de QA o testing. Pero no, ahí estaba el departamento de, supuestamente, calidad. Supongo que irían poco por la oficina, porque si la animación del 'salto bomba', que es un movimiento básico del personaje, se buguea 8 de cada 10 veces, es que alguien no ha probado muy bien el juego. Sin contar cómo al usar una de las habilidades de la recta final y algunos enemigos, cuando se alertan, provocan que el sonido entre en un bucle que no se va hasta que hay una pantalla de carga. Sin olvidar los enemigos que atraviesan estructuras (¿pirañas atravesando los suelos?), partes del escenario sin colisión (¡uy mira! Un saliente, voy a saltar a ver que hay ahí... Una caída al vacío)...

No acaba ahí la cosa, también hay un bug que te obliga a reiniciar el juego (al menos, esa es la forma que encontré para solucionarlo), que provoca que cuando recoges un coleccionable (tablilla o estatua), el personaje se quede bloqueado y no pueda moverse. Fantástico.

Y tercer y último punto negativo que reseñaré, es que si eres un completista, verás que tendrás que rejugar cada uno de los niveles, porque, imitando el concepto de los metroidvania, hay coleccionables bloqueados tras estructuras que no vas a poder sobrepasar hasta que no te den la habilidad de turno. Esto es más subjetivo que lo anterior, pero se abusa demasiado de dicha mecánica. Además, no existe un selector de nivel en el menú de pausa (sólo se puede cambiar de nivel en unos altares al inicio de cada pantalla), por lo que te obligará a rejugar prácticamente todos los niveles de nuevo (y cuando un juego tiene tantos fallos como este, pues es lo que menos apetece...).

¿Y lo bueno? ¿Tiene algo bueno? Pues poca cosa, la verdad. Es un juego que acabas completando porque es corto y la propia inercia te lleva a ello. Si lo pillas a precio de bundle, como hice yo, puede que, a pesar de los fallos, te entretenga lo suficiente como para haber merecido la pena su compra. Si lo piensas comprar a los 30€ que vale en la tienda, tienes otras muchas mejores alternativas.

Este juego se podría definir con una palabra: tedioso.

Si bien gráficamente luce muy bonito, jugablemente deja mucho que desear y cuanto más avanzas, más ganas tienes de que se acabe pronto. Sin duda, podría haber sido un gran juego con un manejo diferente, quizá orientado más a lo arcade, ya que desluce muchísimo el producto final.

Por otro lado, la optimización tampoco es que sea muy buena, sufriendo bastantes bajones de FPS en determinadas situaciones (por ejemplo, cuando saltas fuera del agua)..

Una decepción. Lo único bueno que puedo extraer después de haberlo jugado es el estilo artístico, que es vistoso y resultón.

Comparado con su antecesor, en este pierdes la capacidad de saltar y de nadar, existen muchísimos bugs de colisiones que, si además juegas a más de 60FPS, te dificultarán algunas secciones de plataformeo (como los saltos en la parte del laberinto o los chorros de agua, que a causa de estos FPS extra resultan casi imposibles de hacer), por lo que tendrás que limitarlos para poder avanzar.

La mecánica del Menhir tiene mucho más potencial que no le han sacado nada de partido y, por último, ¿a quién se le ocurrió que era buena idea hacer una misión de sigilo en un juego de Astérix? ¿En serio?

Espera a una rebaja si de verdad te interesa, porque, además, es bastante corto.

Increíble cómo se enlaza la historia de esta segunda parte con los acontecimientos del primero. Un juego excepcional.

No esperaba encontrarme un juego tan bueno cuando lo inicié por primera vez. Una base sencilla, pero bien trabajada y con mucha variedad. Desafiante, sin llegar al punto de desesperar, con una curva de dificultad bastante bien ajustada.

Totalmente recomendable.