Mi experiencia jugando hasta el final

[Mr Oníriqo]

Buenas muchachos. La verdad es que no suelo comunicarme mucho con las personas, por mi voto de silencio y tal (jejeje), pero esta vez me apetece contaros mi experiencia jugando hasta el final, con las 3 crisis de endgame activadas y en la dificultad más alta que permite el juego.
Ya que cada run de este juego me dura unas 20 horas, creo que merece la pena contaros esta experiencia para que no me dé la sensación de que he malgastado parte de mi vida, y además ayudar a los desarrolladores con las bizarradas que me he ido encontrando, que puedo imaginarme lo que cuesta depurar en este tipo de juegos (No os preocupéis, alguien se lo traducirá, imagino).

Mi imperio empieza con:

• Éticas: Espiritualista, Xenófobo, Pacifista
  
• Civics: Perfección interior, Ecologista
  
• Origen: Vástago

2200-2400:
Me salió el precursor de los Baoles, así que me dediqué a convertir todos mis mundos en paraísos, excepto la capital, pues pensé que si me invadían, no me interesaba hacer mi último planeta atractivo. El mundo de los Grunur lo proclamé como santuario Baol y desplacé allí a todos los Neobaoles que se fueron generando -Soy xenófobo, pero también buena onda y prohibí la esclavitud y la purga, xD-. Los pobres, con cada guerra en la que mi imperio caído se metía, les tocaba ser bombardeados, pues estaba en la frontera.

Elegí hacer la ascensión psiónica, y madre mía lo que tardó en salir la teoría de psiónicas... Con la ascensión completa, como todo el mundo tenía nivel de tecnología Abrumadora, pero su nivel de codificación era ridículo por las bonificaciones que me daba la ascensión, me dediqué a robarles tecnología durante el resto de la partida.

Mi imperio caído declaraba la guerra a sus vecinos, creo que porque colonizaban los planetas sagrados o algo así. Al principio les metía palizas, pero conforme avanzaba el juego, ya iba costándole más y más [aclarar que el imperio caído no hace nada por purificar sus planetas profanados, como purgarlos].

Me tocó el imperio Tzynn, o como leches se escriba, y se convirtió en la crisis. No le salió muy bien, puesto que la amenaza convenció al resto de civilizaciones para federarse, atacarle y desmembrarlo. Mi imperio caído también se metió a darles para el pelo, pero sólo porque los Tzynn poseían uno de sus planetas sagrados habitado (que se llevarían de alguna guerra), pero claro, los horrores de la guerra le tocó sufrirlos a mi ya de por sí sufrido pueblo, vaciando dos de mis planetas (pasaron de 50 y pico a 10 y algo) a base de bombardeo Armaggedón.

La partida avanzaba, y mis dominadores seguían declarando la guerra, pero en una de esas, la perdió. Ya no era lo suficientemente fuerte. Unos 20 años después, volvió a declararles la guerra, por el mismo motivo de siempre. Dios mío, que cosa más tonta: Pierdes una guerra de forma estrepitosa y les vuelves a tirar guerra a los mismos. Y una vez más, mi pueblo sufrió las consecuencias.
Estaba claro que no iba a parar, estaba scripteado, imagino. así que juré lealtad secreta al Guardián Galáctico.
Poco después, se activó la Guerra en el Cielo entre mi dominador y el imperio caído de ideología contraria. Me tocó meterme en ella de forma forzosa. Todos los demás imperios se unieron a los no alineados, a los que también declaró la guerra.
[Lo que no entiendo es por qué, si había jurado lealtad secreta al guardián galáctico, no me uní a ellos abandonando a mi dominador ¿Supongo que porque ya estaba acompañando a mi dominador en otra guerra?]

El caso es que esta extraña interacción me costó 14/15 de mi imperio, que se repartieron entre los miembros de la federación. Me dejaron un planeta con un sistema: Grunur.
Sí, bastante irónico. Pero al menos mi dominador fue totalmente troceado y por tanto, ya era libre. Libre para solicitar ser súbdito de el Guardián galáctico. Acto seguido me dieron el logro de "Los opuestos se atraen"; el de tener todas las éticas representadas en la federación en la que estés.

Para entonces ya estaba en lategame, y mi flota era de 100k, pero las de mis vecinos eran el doble de grandes y tenían 4 o así.
Para cuando empezaron a llegar las crisis de final de partida, mi ordenador iba a putos pedos, a 5 fps. Tenía visión de todas las putas flotas de la galaxia moviéndose, así que tenía que alejar el mapa para que no apareciesen y me ralentizaran.
Las crisis duraron dos segundos, estampándose con los trillones de flotas de la federación.
La brecha por la que salieron los Inesperados estaba en el espacio de mi nuevo dominador, y nadie estaba cerca para cerrarla, así que supuse que el honor sería para mí. Acabé con la ola de seres extradimensionales, y me llevé la reliquia (Supongo que me lo dejaron como pago por los servicios prestados, xD).
En cuanto a la ola de robots asesinos no hay mucho que destacar, salvo que para entonces el juego iba petadísimo y tenía que alejar el mapa para que el juego avanzase.

Entre medias de las crisis, vinieron las tres guerras de la federación contra un miembro díscolo. [por cierto, el mapa de uniones pintó del mismo puñetero color a ambos bandos; sólo se distinguían por las lineas fronterizas, que eran de colores similares]. Fueron más de lo mismo, pero al menos tuvieron la cortesía de no reclamar mi último sistema y dejarme llegar al final de la partida, tal y como me propuse hacer.

Y por ahora eso es todo lo que recuerdo. Si has leído hasta aquí, muchas gracias por tu tiempo. Me ayudarías enormemente si haces llegar los bugs que me encontré a los desarrolladores o si los posteas en los foros oficiales de Paradox.
Desconozco si puedo editar mi entrada después de publicarla o postear imágenes (porque hice unas cuantas capturas de pantalla), pero en fin, ahí va.