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Puro juego plataformero con sabor totalmente clásico. Los controles son muy simples: salto, disparo y comprar. La verdad es que el personaje se maneja bien, pero tiene el inconveniente de que como se desplaza tan rápido y los saltos son también tan rápidos, es muy fácil caerse de una plataforma justo antes de haber pulsado el botón de salto, lo que en muchas ocasiones supone la pérdida de toda la vida y tener que volver a comenzar desde el principio del nivel. En cualquier caso, es cuestión de acostumbrarse, y entonces se disfruta mucho más.

Los gráficos y el sonido son sencillos, pero hacen el apaño. El diseño de los niveles es correcto, aunque también tienen el problema de que no hay manera de ver lo que se encuentra más abajo, con lo que a menudo hay que tirarse de una plataforma esperando que no haya ningún enemigo debajo y, sobre todo, que haya suelo y no vacío o agua (muerte segura). En cuanto a la dificultad, yo diría que se encuentra en un término medio, aunque si se quiere pasar el juego sin morir ni una sola vez, será necesario entrenar mucho.

El personaje tiene una barra de energía que se va gastando cada vez que se recibe algún toque. Al comienzo del juego esta barra es pequeña, pero en muchas zonas aparecen unos monjes en posición de meditación que nos permiten, a cambio de cierta cantidad de monedas, rellenar un trozo de la barra de energía o bien aumentar el tamaño máximo de ésta.

El juego se puede pasar en aproximadamente una hora, muy al estilo de los juegos arcade. En un momento determinado se nos da la opción de ir a la fase del desierto o a la de la nieve, por lo que si completamos el juego habiendo elegido un camino concreto, podremos seguir jugando más partidas para intentar completarlo escogiendo el otro camino. Eso sí, la fase del desierto es claramente más difícil que la de la nieve ;)

En definitiva, un juego que, aunque no destaca por nada en concreto (ni para bien ni para mal), gustará a los jugadores que prefieren los plataformas de estilo clásico, pero probablemente no gustará a aquéllos que prefieren las dinámicas actuales del mundo de los videojuegos. Pobrecitos ellos...

Magnífico juego de estilo retro que hará las delicias de todos los jugadores que echan de menos revivir las viejas batallas tipo "marcianitos" para evitar la invasión terrestre por parte de los extraterrestres.

Se trata de un juego del tipo "Space Invaders", es decir, pantalla fija y con movimiento de nuestra nave de izquierda y derecha solamente. Los enemigos se irán moviendo de manera continua por la pantalla de lado a lado, y cada vez que el situado más al extremo llegue al borde de la pantalla, entonces todos los enemigos bajan un poco, acercándose a la tierra. La novedad en este caso es que disponemos de la posibilidad de cambiar el color de nuestra nave (rojo y azul) cuando lo deseemos, haciendo más daño a los enemigos de ese mismo color. Pero no solo eso, sino que cada vez que eliminamos a tres enemigos seguidos de un mismo color, conseguiremos incrementar un multiplicador, que hará que consigamos muchos más puntos. Se trata, siempre que podamos, de matar a cada enemigo con el disparo de su mismo color, pudiendo llegar a un máximo de x10 en el multiplicador.

Como en cualquier Space Invaders que se precie, cada cierto tiempo aparecerá un OVNI pululando por la parte superior de la pantalla. Es importante eliminarlo, ya que al hacerlo soltará un ítem que podremos recoger: puntos, mejora temporal de la frecuencia de disparo, escudo temporal, aumento temporal de la velocidad de nuestros disparos, reloj que ralentiza temporalmente a los enemigos, etc.

Los gráficos y el sonido son maravillosos, y con los efectos gráficos que tiene parece que estamos jugando en una máquina recreativa en toda regla. La jugabilidad es también enorme, resulta muy muy divertido, y enseguida uno se vicia. Yo no he podido dejar de jugar hasta completar el juego con un solo crédito. Hay un total de 10 planetas, cada uno con 3 fases y un jefe final. Algunos de los jefes finales son sencillos, pero otros son bastante complicados, por lo que es necesario entrenarlos un poco para conseguir averiguar la mejor manera de enfrentarse a ellos. En cualquier caso el juego es bastante amable con las vidas, ya que se van consiguiendo muchas a lo largo de la partida. En cualquier caso, en cuanto a la dificultad me parece correcta, creo que está bien ajustada, y no asustará a los jugadores menos experimentados o menos hábiles.

En definitiva, que si te gustan los arcades en general, y los matamarcianos en particular, este juego no te defraudará. Merece mucho la pena, sin lugar a dudas.

Mi puntuación: 8/10

Antes de nada, debo dejar claro que toda esta reseña es para el modo Arcade, ya que es el único modo que he jugado, y lo he hecho hasta completarlo con un "crédito".

He leído muchas opiniones diciendo que el juego es demasiado difícil, que es muy frustrante, y que está mal diseñado. Pero, sinceramente, no estoy de acuerdo. El modo Arcade es difícil, sí, pero no creo para nada que sea más difícil que la mayoría de los arcades del género. Dominarlo requiere práctica, paciencia, habilidad y memorización, pero una vez que lo dominas es una auténtica delicia jugarlo. En algunas ocasiones es verdad que puede llegar a ser algo frustrante cuando aún no lo dominas, especialmente porque al recibir un golpe es muy fácil caerse de la plataforma en la que estés y morir irremediablemente. Pero eso con la práctica se termina evitando en la mayoría de las ocasiones. En definitiva, un juego al más puro estilo arcade, incluida su dificultad, que a mi modo de ver es la perfecta.

Técnicamente, pues qué decir... el juego es ESPECTACULAR. Los gráficos son sencillamente preciosos, la música muy buena, y los efectos de sonido también. Desde luego no se puede pedir más en este aspecto.

Como aspectos negativos:
- Cuando tienes que saltar a un nivel que está más abajo de donde te encuentras, la cámara se mantiene demasiado arriba y como resultado no ves dónde vas a caer. Esto sucede en dos o tres ocasiones a lo largo del juego, pero podría haberse evitado este inconveniente, la verdad.
- Al principio puede resultar un poco lioso el hecho de que no se sabe a veces muy bien cuáles son las plataformas sólidas y cuáles no. Pero es algo que con un poco de práctica se soluciona pronto.
- También es un poco lioso al principio el cambio de arma, ya que no se ven muy bien cuando están en el suelo y a veces te encuentras con que de repente has cogido una que no vale para nada. Por suerte puedes volver a coger la que tenías antes, ya que al coger un arma se suelta la que se tenga en ese momento, y permanecerá en el suelo unos segundos antes de desaparecer.

En fin, que si te gustan los juegos arcades de plataformas, y especialmente del estilo Ghosts'n Goblins / Ghost'n Ghosts, pues no lo dudes más, hazte con este juego porque te va a encantar. TOTALMENTE RECOMENDABLE. Eso sí, si eres el típico niñato que sólo juega a juegos 3D y al que los arcades le parecen una porquería y muy difíciles, pues entonces pasa de este juego y dedícate al Minecraft o mier-das similares. No sabrías apreciar un juego como éste...

Antes de nada tengo que decir que soy un ferviente amante del género de los matamarcianos, por lo que es posible que esta reseña pueda no ser totalmente imparcial... Estamos ante un matamarcianos de jugabilidad totalmente clásica: buen número de balas pero sin llegar ni mucho menos a un danmaku, y un sistema de puntuaciones basado en los enemigos que matas y los ítems que recoges al terminar con ellos (si bien, los bonus al terminar cada fase se incrementan por el número de bombas que te queden, y también si al conseguido completar la fase sin haber recibido ningún daño).

La ambientación es sobre todo aérea, con multitud de aviones enemigos a los que habrá que hacer frente, pero también tiene algunas fases con enemigos terrestres y navales, que hacen el juego algo más variado. Tiene un total de 9 fases, cada una con su respectivo jefe, aunque son bastante cortas. En total, una partida completando el juego durará unos 22 ó 23 minutos, lo cual se antoja un pelín escaso, teniendo en cuenta que muchos arcades ofrecían una duración habitual de unos 40 minutos.

He leído unas cuantas reseñas en las que se dice que el control de juego es muy malo, pero no estoy de acuerdo para nada. Debo decir que yo siempre utilizo un control de tipo arcade, concretamente el Hori RAP V3-SA, y sorprende que el juego lo detecta, puedo manejarme sin problemas por los menús, pero luego resulta que en la partida nuestro avión no se mueve con mi palanca. Así que he tenido que utilizar la magnífica herramienta Xpadder para asignar a mi palanca y botones las teclas del teclado que utiliza el juego. Una vez hecho eso, nuestro avión se controla francamente MUY BIEN, haciendo que uno pueda esquivar las balas de manera óptima y sin limitaciones. Por lo tanto, en lo que respecta al control, una de cal y otra de arena. Pero una vez superado este problema, el control resulta excelente, al igual que la detección de colisiones y el punto de impacto de nuestro avión: todo muy correcto.

El juego ofrece muchos aviones para poder controlar, aunque la mayoría de ellos están bloqueados al principio. Cada uno tiene unas características propias que harán que la dificultad aumente o disminuya sensiblemente. En ese sentido, el juego resulta variado. Además, dispone de numerosos logros, lo que alargará la vida del juego (que, como ya he mencionado antes, de por sí resulta muy corta).

A modo de conclusión, en general el juego no destaca por nada en particular, y aunque resulta divertido y sencillo de jugar, le falta alma y carisma... eso que sí tenían muchos arcades y que resulta tan complicado de conseguir hoy en día. No es un juego que sorprenda y te deje con la boca abierta, sencillamente cumple, pero sin más. Pero si te gustan los matamarcianos te divertirá jugarlo, aunque si estás acostumbrado a este género, te aconsejo que comiences desde el principio en el nivel de dificultad difícil, ya que en el normal resulta muy sencillo terminarlo. Le daría un 6/10 de nota.

Magnífico juego de plataformas, centrado puramente en la jugabilidad y con un estilo minimalista que resulta atractivo, aunque pueda parecer una incongruencia. Los diferentes niveles de dificultad animan a seguir jugando, así como los secretos que podrás ir descubriendo a lo largo de los 13 niveles.

El juego es corto pero desafiante, con un diseño de niveles magnífico y una jugabilidad a prueba de bombas. si te gustan los plataformas y los retos, éste juego es para ti. Muy recomendable.

Estamos ante un matamarcianos fuera de los cánones habituales del género. Aquí todo va a una velocidad supersónica, por lo que los reflejos serán nuestra principal herramienta para hacer frente a los numerosos niveles con los que nos toparemos en el juego. Todo va a una velocidad endiablada, y será fundamental ir recogiendo los diferentes ítems que se encuentran diseminados en los niveles (mejora de disparo, bombas, reducción temporal de la velocidad del scroll, escudo protector, etc.), ya que de lo contrario todo será mucho más complicado.

Si te gustan los matamarcianos y también la velocidad, sin duda este juego te gustará. Resulta adictivo, variado, y con una curva de dificultad bastante bien conseguida. Muy recomendable...