4 people found this review helpful
Recommended
0.0 hrs last two weeks / 10.3 hrs on record
Posted: May 22, 2015 @ 11:45am

De la mano de SEGA y del creador de la saga Yakuza, llegó a principios de 2012 Binary Domain, una nueva IP que venía a ocupar el hueco que cada vez parece ser más evidente dentro de los shooters: el de la tercera persona, género que en los últimos años han perdido algo de terreno frente a la creciente popularidad de los FPS (First-Person Shooters), pese a que aún hay referentes populares (Gears of War siendo probablemente el más notorio de todos).

La historia abre con Dan Marshall y su compañero "Big Bo", miembros de la "unidad óxido", realizando una misión infiltrada en territorio extranjero para investigar el origen de un inesperado suceso: la aparición de unos robots con aspecto humano llamados "hijos del éter". En este futuro se nos presenta un escenario distópico donde grandes megalópolis han sufrido declives y progresos en similar proporción, aumentando la desigualdad entre zonas y el abandono o el progreso de estas, un interesante factor argumental que queda en segundo plano por el verdadero cabeza de cartel: el dilema en el avance tecnológico, la IA, y la fusión entre máquina y ser humano hasta límites insospechados. Pese a que hay elementos que le habrían venido bien más profundidad (y es que un juego enfocado a la acción, al igual que pasa en el cine, no suele ser el mejor escenario para contar historias), el juego se esfuerza por mostrar una sociedad construida en torno a estos principios, la robótica y la desigualdad, y va guardándose algunos ases bajo la manga para mantener el interés de principio a fin. Los protagonistas pueden parecer un tanto tópicos en algunos casos, pero el título no abandona la posibilidad de profundizar más en ellos, y las conversaciones son abundantes, en las cuales tendremos opción de dar distintas respuestas y con ellas afianzar o destruir la confianza que tendrán nuestros compañeros en nosotros, un punto a favor del juego, al crear un sistema de amistad que no solo se sienten sus efectos durante la acción (acatan órdenes con menos oposición...), sino que pueden incluso influir en el devenir de los hechos (no unos cambios extremadamente significativos, pero los hay).

Jugablemente nos encontramos ante un shooter en tercera persona que apuesta por la acción ágil y no tan táctica como el de un Gears of War, pero sin la velocidad y la adrenalina desenfrenada de Vanquish, otro título de SEGA y con el que comparte muchas similitudes (escenario futurísta, enemigos robóticos...). Pese a que la mayoría de situaciones se resuelven con gatillo y pie adelante, el juego disfruta de un gran desarrollo de capítulos donde las situaciones se suceden sin un esquema predefinido de fases. Podremos encontrar enfrentamientos contra poderosos jefes en cualquier momento (algunos de estos son realmente memorables por espectacularidad), y la acción se amolda a la situación, y no al revés, que la situación sea amoldada por conveniencia de la acción, lo que hace que podamos encontrarnos en numerosas situaciones distintas y, por tanto, aportando mayor diversidad jugable. El gunplay es eficaz, intuitivo al poco rato de jugar, y los controles responden bien, ofreciendo un buen abanico de armas entre las cuales hay varios tipos de granadas, rifles, pistolas, y algunas armas pesadas necesarias para la avalancha de robots enemigos que encontraremos. Los diseños más "estándar" de enemigos no son muy inspirados, pero algunos más duros son imponentes y más en el caso de jefes finales, donde la creatividad (a veces dándole una patada al cerebro) se desborda en moles imponentes a las que tendremos que derribar buscando sus puntos débiles. También contaremos con aumentos, mejoras de armas y otros elementos complementarios para hacer la aventura más progresiva, aunque estos añadidos parecen ser poco necesarios en general, y sí una inclusión porque hoy en día todo necesita esa sensación de que nos hacemos fuertes subiendo de nivel.

Técnicamente el juego es sorprendentemente bueno, a nivel gráfico con muchos detalles y animaciones competentes, y con algunos diseños en ambientes y enemigos muy interesantes, aunque no siempre reluce (sobre todo cuando se abusa de pasillos repetitivos en interiores). Sonoramente cumple en efectos y la banda sonora combina temas con toques electrónicos y rock, generalmente siempre en segundo plano sin destacar demasiado. El juego está doblado a un español decente, nada que me haya perforado los tímpanos.

El juego cuenta con un multijugador que no he podido probar, la verdad, no encuentra partidas, y no sé si será porque directamente no hay servers o nadie lo juega, pero no puedo opinar de ello. Lo que sí que he considerado oportuno mencionar es que un cooperativo se habría prestado muy bien al título. Habría necesitado alguna modificación (los compañeros a veces los podemos elegir entre los disponibles, y a veces son impuestos por los hechos durante la historia), pero creo que era el puntal que necesitaba para insuflar rejugabilidad a un título que, durante aproximadamente una decena de horas incluso en dificultades altas, no invita a rejugarlo mucho más, pero durante el tiempo que dura es muy interesante y una propuesta directa por encima de la media que merece una oportunidad, sobre todo ahora que es fácil encontrarlo a dos duros.
Was this review helpful? Yes No Funny Award